Redacción Canal Abierto | «Esta cañería la tenían que cambiar y está dentro de la programación de las acciones que tenían que llevar adelante», soltó Alberto Hensel, ministro de Minería de San Juan, frente al estupor de los presentes. La admisión de que la cañería, cuyo desacople provocó un nuevo derrame ayer en la mina Veladero, debía ser reemplazada y no lo había sido, se produjo esta tarde en la conferencia de prensa que brindó el gobierno sanjuanino para dar detalles del hecho.
Allí, el ministro reconoció que, tras el último accidente de septiembre pasado, la canadiense Barrick Gold que explota Veladero, había sido multada y se le había trazado un plan de mejoras y acciones para adecuarse a las normas de seguridad. Ese plan incluía el reemplazo de la cañería colapsada, ubicada sobre un canal de contención que transporta solución rica (oro y plata), según un comunicado oficial.
En esa oportunidad, el gobernador Sergio Uñac había advertido públicamente que la empresa no tenía «más margen para el error». «Ahora le estamos exigiendo, el pueblo le va a exigir, que lo cumpla», sostuvo Saúl Zeballos, miembro de la Asamblea Jáchal No Se Toca, que desde hace más de un año mantiene un acampe en la plaza principal de la localidad sanjuanina afectada por la megaminería.
«Ya en enero, con la Asamblea le pedimos al gobernador que pusiera en concreto esa amenaza que él había hecho. A esta altura, Uñac ya es el payaso de la Barrick, porque evidentemente no está haciendo absolutamente nada y los otros se le siguen riendo. ¿Qué es lo que ha salido a decir ahora? Que esto va a ocasionar otra multa más. ¿Hasta cuándo es la última vez?», cuestionó Zeballos.
Según el comunicado del Ministerio, el desacople se produje a las 17.30 y fue informado por Barrick Gold a las 22.30 de ayer. El mismo «ocasionó arrastre y acumulación de material (ripio) contactado con solución rica que se depositó sobre un camino horizontal compactado». La empresa informó que «al detectarse dicha situación se iniciaron trabajos para reparar la cañería y reingresar el material desde el dique de contención al Valle de Lixiviación».
Un equipo de inspección de la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero viajó a Veladero para medir los efectos del derrame. El de 2016, que la Barrick denominó «incidente», fue el segundo que se hizo público, aunque declaraciones de empleados indican que existieron otros que no trascendieron. Un año antes, millones de litros de una solución con cianuro y metales pesados cayeron al río Potrerillos y contaminaron otros cuatro cursos de agua. Este derrame, en 2015, constituyó el mayor accidente minero en la historia argentina.
Por su parte, desde la Asamblea piden el cierre de la mina por su inviabilidad, demostrada por tres derrames en un año y medio. «Esto implica un trabajo de cierre que lleva, aproximadamente, cuatro o cinco años. Luego solicitamos la remediación de la mina, de la contaminación que ha generado, y de la que puede generar por las napas subterráneas. Lo último que pedimos es las prohibición por ley de la megaminería en las nacientes de nuestros ríos, con uso de sustancias tóxicas. Están explotando una zona altamente sísmica donde, en 1894, ocurrió el terremoto registrado más grande de nuestra historia nacional», finalizó Zeballos.