Redacción Canal Abierto | «El presidente del Partido Liberal y varios diputados y senadores ese día fuimos a manifestarnos. Éramos cincuenta personas como mucho. Le metieron un balazo de goma a un diputado (Édgar Acosta) y al presidente del Partido Liberal (Efraín Alegre). Trajeron los camiones hidrantes y se armó una guerra con los cascos azules, la montada y los manifestantes. Eso enervó a la ciudadanía y tres horas después éramos 60 mil personas en la plaza y los puentes internacionales estaban cerrados por manifestantes. Generaron una indignación ciudadana y un levantamiento popular que termina tomando y posteriormente quemando el Congreso». El relato es de Stiben Patrón, dirigente de la Juventud del Partido Liberal Radical Auténtico, quien contó a Canal Abierto los pormenores del estallido que sacudió a Paraguay este viernes.
«Después se da una lucha voraz con la Policía que en un momento retrocede cuando se ve superada por la gente. Disparaban con balines de goma pero también encontramos muchos casquillos de balas de plomo en la zona del enfrentamiento y hay una foto donde se ven policías disparando su arma reglamentaria», detalla.
Luego empezaron las detenciones, que llegaron a 211. Al otro día, los detenidos denunciaron que habían sido torturados por la Policía y regresaron a sus hogares heridos y, en algunos casos, con las caras desfiguradas.
La situación se desbordaba y la noche terminaría con un muerto. «Estábamos en el Partido, compramos colchones y agua para descansar, organizarnos y plegarnos al otro día en una carpa de resistencia. Estábamos afuera charlando, comentando lo que había pasado y escuchamos tres balazos. Alguien grita que hay un hidrante y que estaban viniendo. Entramos al partido y cerramos todas las puertas y portones con trancas, pero sólo 40 segundos la puerta estuvo cerrada -continúa Patrón-. No sé con qué la reventaron pero la Policía entró y empezó a disparar con balas de plomo. Estaba el vicepresidente de la Cámara de Diputados con nosotros y cuando les dijimos ‘somos diputados’, nos respondieron ‘acá no existe el Parlamento, los vamos a matar a todos’. Y eso se escucha en los audios».
Patrón se escondió en la sala donde estaba el circuito cerrado de televisión, y desde allí pudo ver cómo la Policía apuntaba a la cabeza de sus compañeros desarmados. Relata cómo un uniformado le salvó la vida al hijo de Alegre cuando hizo desistir a uno de sus pares de dispararle tras haberlo identificado. Y vio como otro asesinaba por la espalda a Rodrigo Quintana, miembro del partido, quien corría por su vida. «Iban con orden de matar a todos -agrega- y no lo hicieron porque entró la prensa».
«Lo que más nos duele es que el Frente Guasú, que los compañeros, que (el expresidente) Fernando Lugo, un gobierno popular que sufrió un golpe de Estado con (el presidente) Horacio Cartes, mantengan un silencio cómplice», se lamenta. Y sostiene: «Lugo era una opción, pero por sus intereses personales hoy hay un muerto. Le están haciendo el juego a Cartes, y Cartes es un mafioso. No se están dando cuenta o no se quieren dar cuenta de que los escenarios se están repitiendo y están entregando todas las banderas históricas del movimiento social y del movimiento político de izquierda, nos están dejando mal como país y nos están haciendo enfrentarnos entre paraguayos».
El conflicto desde el principio
La crisis institucional que terminó en Paraguay con la quema del Congreso, una represión brutal y un integrante del Partido Liberal asesinado por la espalda por la Policía en la sede del partido tuvo su génesis en el acuerdo que el oficialista Partido Colorado y el Frente Guasú de Lugo llevaron adelante para modificar, entre gallos y medianoches, una enmienda a la Constitución paraguaya que permitiría la reelección presidencial.
En una sesión extraordinaria de 25 integrantes, que representan la mitad más uno, la Cámara de Senadores aprobó la enmienda y desató la furia. «La enmienda ya fue rechazada, y según el reglamento de la Cámara un proyecto rechazado no se puede tratar hasta dentro de un año, que se cumpliría recién en agosto -explica Patrón-. Pero el martes pasado se reunieron para modificar este reglamento interno y giraron el proyecto a comisión. Como ahí tienen mayoría, a la media hora ya había un dictamen favorable. Fue tan alevoso que se reunieron en la bancada del Frente Guasú a puertas cerradas, aunque la ley dice que las sesiones deben ser públicas. Este viernes, con el mismo modus operandi, en la bancada del Frente Guasú se reunieron los 25 senadores y aprobaron el proyecto de enmienda. Cuando lo anunciaron, eso obviamente enervó a la ciudadanía. Atropellaron todas las normas constitucionales».
La enmienda permitiría presentarse a elecciones a Cartes, pero también a Lugo, el principal referente del Frente Guasú que no tiene por estas fechas otro candidato presidenciable.
Con el desenlace trágico y la crisis institucional que se desató el viernes, Cartes llamó a diálogo nacional para «buscar soluciones políticas». La convocatoria a una mesa de diálogo incluye a los representantes máximos del Poder Legislativo, a los presidentes de los diferentes partidos políticos y a un representante de la Conferencia Episcopal Paraguaya. Por su parte, el presidente de la Cámara baja, Hugo Velázquez, anunció que la enmienda no será tratada por los diputados hasta que esta mesa no llegue a un acuerdo sobre el tema.