Redacción Canal Abierto | Al delegado de ATE en el ministerio de Trabajo Julián Mazzeo le abrieron una causa por la supuesta agresión a una trabajadora, y deberá declarar el martes próximo en el juzgado 60 de los Tribunales de Retiro.
En diálogo con Canal Abierto, el delegado general adjunto, Sebastián Scarano, sostiene que la junta interna aportará pruebas para certificar la falsedad del hecho y demostrar el origen de una maniobra tendiente a deslegitimar y desviar el eje de un conflicto por el despido de 47 trabajadores.
Durante una protesta motivada por este hecho, un agente de seguridad privada del edificio de Alem al 600 sujetó a Mazzeo del brazo mientras la denunciante intentaba ingresar al edificio a trabajar por primera vez. Al otro día, con apellido, nombre y DNI, la mujer radicó una denuncia por lesiones contra el delegado. Para Scarano, “se trata de un montaje en que esta mujer pasa a ser un instrumento de las autoridades del ministerio”.
El conflicto entre los trabajadores y las autoridades del ministerio de Trabajo se retrotrae a la gestión kirchnerista de Carlos Tomada. Ya por entonces el servicio de limpieza del edificio estaba tercerizado en la empresa Inmantec, que pagaba sueldos de manera atrasada y mantenía un contrato con el Estado vencido desde un año y medio antes.
Con la asunción de Jorge Triaca, el ministerio dio de baja ese contrato y, en vez de llamar a licitación, instaló a la empresa Clearing Office que se había comprometido a asegurar las 130 fuentes de empleo. La junta interna calcula que es un millón y medio de pesos lo que la cartera laboral destina a la SRL.
Cuando el personal debía ingresar por primera vez el 2 de mayo, una militarización del edificio impidió el ingreso de 32 personas a quienes luego se les confirmó su desvinculación laboral. Con el correr de las semanas, otras quince fueron despedidas.
El incumplimiento de las responsabilidades patronales de Clearing Office en el seno del ministerio que debe bregar por la legalidad de las condiciones de contratación es fabulosa. Como su precedora Inmantec, continúa liquidando con atraso los salarios que, hasta el mes pasado, pagaba billete en mano. Es decir: durante tres meses los empleados no estuvieron bancarizados.
Semanas atrás, la empresa exigió la renuncia de todos los trabajadores para recontratarlos bajo un nuevo CUIT con la misma razón social: Clearing Office. Otra maniobra sospechosa.