Redacción Canal Abierto| El sábado a primera hora, en un operativo especial, efectivos de la policía jujeña con pasamontañas trasladaron de manera compulsiva a MIlagro Sala al Penal de Alto Comedero.
Lo hicieron en cumplimiento de la revocatoria de la prisión domiciliaria ordenada por la Cámara de Apelaciones el 29 de septiembre pasado. Dicha condición de detención había sido ordenada por un fallo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a recomendación del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU.
La misma no se había hecho efectiva, pues se esperaba la apelación por parte de la defensa de la referente de la organización Tupac Amaru. Otra irregularidad del operativo es que la orden judicial, firmada por el magistrado Pablo Pullen Llermanos, incluía la indicación de que la defensa no fuera notificada para que no pudieran interponer nigún tipo de recurso que entorpeciera el traslado.
Uno de los argumentos esgrimidos fue que Sala se negaba a realizar estudios médicos. Noro lo desmiente, aduciendo que estaban pautados para esta semana en una clínica privada.
Además alertó sobre el estado de salud de su esposa y el impacto que el encierro en el penal tuvo en ella en el pasado.
Además, Noro destaca este hecho como parte de una serie que pone en cuestión la situación del Estado de derecho en la provincia gobernada por el radical Gerardo Morales.