Redacción Canal Abierto | Luego de que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentara la reforma impositiva que impulsa el gobierno nacional, comenzaron las quejas. Los cambios en el impuesto a las Ganancias sobre el salario de los trabajadores no llegaron y sí el gravamen a la renta financiera, aunque no se informó a partir de qué monto. Pero el escándalo más grande, sobre todo hacia el interior de la filas de Cambiemos fueron dos anuncios: que se bajarán y/o eliminarán, según la región, las tasas a los productos electrónicos y autos de media gama, y que se grabará el vino con una tasa de alrededor del 10%.
Tierra del Fuego: ¿El fin del fin del mundo?
Entre otros puntos, Dujovne anunció la eliminación de los impuestos a los televisores, teléfonos celulares, tablets y otros similares, explicando que “hace tiempo dejaron de ser artículos de lujo y se utilizan en casi todas las actividades productivas, hacen a la competitividad”, lo que generó una inmediata reacción de la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, que inmediatamente y mediante una carta pidió una audiencia “urgente” con el presidente Mauricio Macri “para abordar la situación de la industria y el empleo” en su provincia “que se vería gravemente afectada” de prosperar el proyecto de ley que anunció Hacienda.
Por su parte, Mónica Acosta, referente de la fabrica recuperada Renacer, (ex Aurora Grundig) de Ushuaia, explicó a Canal Abierto: “Nos costernamos bastante porque no contábamos con una medida que pueda llegar a ser la antesala del fin de la vida útil de nuestra Ley de Promoción Económica y Fiscal (en referencia a la Ley 19640, que establece exenciones tributarias que sostienen la industria fueguina). No solamente se prevé que puede llegar a traer cuestiones de desfinanciamiento a través de la recaudación sino que también, en el marco de que se está discutiendo una reforma laboral, terminen siendo perjudiciales para la actividad industrial de los trabajadores de Tierra del Fuego”.
Acosta: «Nosotros no tenemos posibilidad de reconvertirnos»
La cooperativa Renacer da trabajo a 180 familias que para poder sostenerse “equivale a mil electrodomésticos por día, que no es poca cosa”, aclara Acosta. Y agrega: “Si se sigue profundizando el tema de que acoten las bondades de los beneficios promocionales va a ser muy difícil, porque no tenemos posibilidad de reconvertirnos como lo puede hacer una elite de industriales que tienen capital de sobra”.
Acosta: «Puede ser la antesala del fin de la vida útil de nuestra Ley de Promoción Económica y Fiscal»
De aprobarse el proyecto, los celulares, televisores, monitores y otros productos similares pasarán de tributar 17% de impuestos internos a 0%. “La aprobación de este proyecto significaría la disolución territorial de nuestra provincia luego de una política de Estado que se ha mantenido desde 1972 y que de la noche a la mañana intentan destruir”, expresó Bertone en su pedido a Macri.
Si viene el vino, viene la vida
El proyecto del Ejecutivo también contempla una reducción tributaria para los vehículos de nivel medio, y un incremento para los de alta gama, aeronaves y embarcaciones. Además habrá subas de impuestos en “productos perjudiciales para la salud”, como las bebidas alcohólicas y bebidas con azúcar agregado.
Este último punto puso en alerta a Mendoza, cuya actividad vitivinícola es parte fundamental en la economía de la provincia. Al minuto, la vicegobernadora Laura Montero, que forma parte de la alianza Cambiemos, disparó con munición gruesa contra el ex columnista económico de la señal TN, de quien dijo: “No entiende nada de las economías regionales. Habrá concentración de bodegas”
El nuevo impuesto al vino rondará el 10% y la categoría de “perjudicial para la salud” está en discusión. “Para nosotros es un tema conceptual y económico. Que el ministro de Hacienda de la Nación salga a decir que el vino es un producto no saludable y por eso hay que gravarlo, y desincentivar su consumo para la industria vitivinícola es una declaración agraviante -sostuvo Sergio Villanueva, del Fondo Vitivinícola mendocino- Y desde el punto de vista económico es grave porque al ser sobre el precio final lo que se está haciendo es extraer del conjunto de la actividad vitivinícola $8 mil millones que salen del circuito virtuoso de la economía argentina y pasan a las arcas del Estado nacional”.
Luego equiparó la medida a lo que pasó con la disputada Resolución 125 que modificaba los gravámenes a la actividad agrícola y afirmó: “La industria del vino no es equiparable a Coca Cola o una marca de cervezas. Es una actividad de base agrícola y mano de obra intensiva. Recargar de esta manera a una actividad de base agrícola equivale a la 125”.
Desde el Fondo afirman haber tenido reuniones previas al anuncio con el Presidente y buena parte de sus ministros donde consultaron por una posible modificación impositiva y no obtuvieron respuesta.
Hoy, la industria del vino nacional cuenta con 3500 marcas de unas 800 bodegas, y emplea a más de 250 mil personas, entre directos, indirectos y eventuales. “Nosotros ya veníamos con un problema de competitividad por la subvaluación cambiaria, en el esquema exportador. En el mercado interno, la gente ha cambiado su agenda de consumo: tiene que pagar más tarifas o más combustible o quizá tenga un crédito hipotecario. Este esquema viene a reforzar esta situación y no a mejorarla, lo que es una contradicción del discurso imperante respecto de los objetivos de la reforma tributaria–agrega Villanueva-. Hay peligro de que cierren empresas, hay peligro en el tema laboral. Nuestra posición es muy dura, no vamos a aceptar ese impuesto. Esto pega en el corazón de la industria vitivinícola”.
Foto: Mendoza Post