Redacción Canal Abierto | Mientras en la Plaza Congreso, la Unión de Trabajadores de la Tierra realiza un verdurazo por los jubilados, el Senado se encamina a aprobar tres leyes clave con su nueva conformación poselectora. Se trata del Presupuesto 2018, la prórroga del impuesto al cheque y la reforma tributaria. Con su aprobación, el Gobierno lograría completar el paquete económico que anunció el presidente Mauricio Macri pasadas las elecciones de medio término bajo el lema “ahora o nunca”.
El Presupuesto 2018 tuvo ayer dictamen favorable en la Comisión de Presupuesto y Hacienda gracias a que el oficialismo recibió apoyo del PJ, en una discusión en la que participaron los ministros de Transporte, Guillermo Dietrich, y de Hacienda, Nicolás Dujovne. Ambos sostuvieron que el proyecto «se focaliza en el gasto social, prioriza la infraestructura y crece la participación de los recursos automáticos destinados a las provincias».
Uno de los puntos polémicos que incluye es el de la cotización del dólar, que se prevé para todo el año en $19, a pesar de que al día de la fecha cotiza en $18,60 tras una “minicorrida” donde acumuló 95 centavos en dos semanas. Además, contempla un crecimiento anual de 3,5% del PBI, un aumento del 12% para la inversión y una inflación anual promedio de 15,7%.
También prorroga una nueva Ley de Coparticipación para 2022 y le vigencia del impuesto al cheque, Ganancias, Bienes Personales y Monotributo, mientras deroga el artículo 104 del Impuesto a las Ganancias que da origen al Fondo del Conurbano. De esta forma, vuelve coparticipables esos recursos de los cuales un 20% van actualmente a la seguridad social. Esa pérdida se compensa otorgando para la Anses la totalidad del impuesto al cheque, pero en el Presupuesto 2018 sólo está contemplado que un 70% aporte a ese destino, lo que anticipa más ajuste para jubilados y planes sociales.
Por su parte, la reforma tributaria incluye varios puntos sensibles para las arcas públicas y benevolentes para con los sectores más concentrados de la economía. A saber: disminuye el Impuesto a las Ganancias sólo para las empresas que reinviertan sus dividendos y recorta los aportes patronales, perjudicando –una vez más- a la caja previsional.
Luego de un compromiso fiscal asumido con las provincias, éstas se comprometieron a adherir al régimen de responsabilidad fiscal, esto es a no aumentar el gasto real en los próximos años y bajar el déficit fiscal un 45% en un año. Como el 60% de los gastos provinciales, en promedio, se destina al pago de salarios y prestaciones previsionales, estatales y jubilados serán la variable de ajuste de los gobernadores para poder cumplir con las metas, sobre todo en un contexto inflacionario que no cede, como el que vaticina el propio Banco Central.