Redacción Canal Abierto | El 22 de noviembre de 2017, la comunidad educativa de los 29 profesorados de la Ciudad de Buenos Aires se enteraron por los medios de que las instituciones que dirigían, proyecto oficial mediante, iban a dejar de existir.
La creación de la Universidad docente, que dieron en llamar UniCABA, se enmarca en un intento –en palabras de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña- de “jerarquizar la profesión” de los educadores. Sin embargo, esto “enmascara la desintegración de 29 instituciones”, explica Patricia Simeone, rectora del emblemático profesorado Joaquín V. González y presidenta del Consejo de Educación Superior de Gestión Pública de Gestión Estatal de la Ciudad de Buenos Aires (CESGE) integrado por 21 de sus pares.
“Cualquier ciudadano sabe que jerarquizar no significa sólo un título universitario per se. Al contrario, nosotros estamos muy orgullosos de nuestro título superior no universitario, porque defiende la especificidad de saber cómo enseñar, cómo pararte en un aula –sostiene-. Lo que nosotros hemos reclamado siempre para jerarquizarnos son políticas públicas que tiendan al mejor equipamiento de las escuelas, que tengan Internet, ni qué hablar de los salarios. Los docentes comienzan con un salario que es 33% menor a cualquier otra profesión con la misma responsabilidad y la misma carga horaria”.
En un marco de falta de docentes, una universidad en reemplazo de 29 institutos hace peligrar vacantes, puestos de trabajo y la identidad de instituciones, en algunos casos, centenarias. “Contamos con un Consejo Directivo que cogobierna con el Rectorado, con juntas departamentales, y en todos esos espacios hay paridad docente-estudiantil”, detalla Simeone. Toda esa vida democrática dejaría de existir reemplazada por una universidad cuyo rector sería designado por el Ejecutivo porteño.
Con organización y difusión, la comunidad educativa logró extender el debate y brega por instalar el tema de este proyecto que llega en un escenario de recorte presupuestario y falta de educadores. Habrá encuentros, marchas, bicicleteadas y discusiones.
“¿Cómo distribuir 29 instituciones en una sola? ¿Cómo distribuir a los estudiantes en una enseñanza personalizada?”, se pregunta la educadora. Y alerta sobre el riesgo en el que se encuentran cientos de cargos docentes que no tienen titularidad: «En dos meses se prevé la votación de una ley en la Legislatura, no tenemos ningún signo de que así no lo sea, que no sólo cierra el Joaquín, sino que se cierran cada uno de los once normales, de los institutos y también de las artísticas. Es realmente una puñalada al alma».