Redacción Canal Abierto | A principios de 2018 la gobernadora María Eugenia Vidal hizo efectivo el cierre de Ferrobaires -que había sido decretado el año anterior-, y el traspaso de todos sus servicios a Trenes Argentinos. Pocos días después se ejecutaron 1.500 despidos, que luego se fueron incrementando hasta llegar a 2.000.

Los ex empleados de la empresa se reorganizaron en Ferroviarios Sin Trabajo, para pedirle al nuevo gobierno la reincorporación y la reactivación de todos los servicios de pasajeros suspendidos.

Antes de disolver Ferrobaires, Vidal había ordenado suspender todos los servicios de pasajeros que brindaba la empresa. Con el traspaso a Trenes Argentinos una pequeña parte fue reactivada pero la mayoría de los ramales continúa inactivo. Y cerca de cuatrocientas familias esperan recobrar su puesto laboral.

Según explican, el decreto para traspasar el personal a la Nación expresaba que la provincia devolvía al Estado Nacional el ferrocarril con toda su infraestructura, material rodante, inmuebles y trabajadores.

En esta entrevista, Jorge Medrano y Hernán Maffia explican que el de Ferrobaires “fue el despido más masivo de la era Macri, y el más invisible por el blindaje mediático”, y exigen la recuperación de las fuentes laborales y los servicios cerrados “para habilitar economías regionales, trabajar con los municipios, para desarrollar polos culturales…”

“Tenemos gente capacitada en todas las aéreas, tanto técnicas como administrativamente”, aseguran.

Resumen | Ideas destacadas

 

Desde la suspensión de los servicios de Ferrobaires, los servicios a Tandil, Pinamar, 25 de Mayo y Bahía Blanca vía Pringles jamás volvieron. Otros, tras el traspaso a la Nación siguieron circulando con la misma o incluso con menor oferta. Corredores antes diarios, como Bragado o Junín, tienen ahora apenas uno o dos trenes por semana(*).

 

Fuente: enelsubte.com, julio 2019

Entrevista: Diego Leonoff

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