Redacción Canal Abierto | El Concejo Deliberante de Gualeguaychú aprobó la ordenanza que prohíbe el uso, acopio y venta de glifosato en todo el ejido de esta ciudad que posee una economía que gira en torno a la actividad agrícola.
En una acalorada sesión que duró tres horas, el recinto estuvo colmado de vecinos y organizaciones ambientalistas autoconvocadas que se dieron cita para escuchar el debate sobre la prohibición del glifosato y hacer sentir su posición.
Los argumentos presentados en contra de la aprobación de esta ordenanza generaron malestar entre los presentes, que entienden que el glifosato es –como lo clasificó la Organización Mundial de la Salud en 2015- probablemente cancerígeno y que su uso penetra en los suelos, se filtra en el agua y sus residuos permanecen en los cultivos, y afecta la salud de quienes trabajan en la agricultura y de los que consumen los productos alcanzados por este herbicida.
Los tres representantes de Cambiemos basaron sus ponencias en que ésta es “una ordenanza que busca prohibir por prohibir” y que no ofrece una alternativa al sector afectado. Además, expresaron que se carece de presupuesto para dar luz verde, ya que es necesaria la creación de un organismo encargado de controlar todo lo impuesto en la ordenanza.
Los nueve votos a favor estuvieron en manos de los ediles del FPV y de UNA, quienes sostuvieron la importancia de proteger el medioambiente y la salud de los ciudadanos, y destacaron que ésta es una lucha que el pueblo de Gualeguaychú viene dando hace mucho tiempo.
Unos meses atrás, los vecinos de la ciudad entrerriana denunciaron al personal de la dirección de Parques y Paseos por rociar canteros y espacios verdes de plazas y lugares de recreación con este agrotóxico donde transita mucha gente y donde juegan niños, que quedaban expuestos a esta sustancia tóxica.
Es por esto que la comunidad festejó la resolución de una lucha que los convocaba cada martes en las calles de la ciudad para reclamar por leyes que prohíban el uso de herbicidas tóxicos en las fumigaciones bajo la consigna “Basta es basta. Basta de fumigaciones que matan”.