Redacción Canal Abierto | Jubilados, pensionados, beneficiarios de asignaciones familiares y Asignación Universal por Hijo (AUH) cobrarán a partir de septiembre el aumento del 6,68% que llevará el haber mínimo a los 8637,13 pesos y la AUH a 1684 pesos. Para diciembre, se prevé un nuevo reajuste en del 7,79%.
Para un observador ajeno a la realidad económica argentina, el incremento pareciera una noticia positiva. Sin embargo, el anuncio lejos está de ser una buena nueva para más de 18 millones de personas, en su mayoría de sectores humildes.
Con este cuarto aumento (el de diciembre próximo) en base a la nueva fórmula de movilidad, el incremento acumulará un 28,48 % con relación a septiembre de 2017, último aumento con la anterior legislación. En paralelo, según estimaciones para nada exorbitantes, desde ese mes hasta fines de 2018 -15 meses- la inflación no cerraría por debajo del 40%.
Por lo tanto, y producto del polémico cambio en la fórmula previsional votada en diciembre pasado, quienes perciben prestaciones sociales verán una merma en su poder adquisitivo de al menos 10 puntos porcentuales.
En contraposición con lo expuesto por el Gobierno, a fines de 2017 gran parte de los especialistas advertían que dicha modificación iba a significar, en la práctica, una reducción significativa.