Redacción Canal Abierto| La Cámara de Casación de San Martín resolvió la designación del tribunal que juzará al genocida Miguel «el Nazi» Wolk, cuyo proceso se viene postergando desde 2007, por distintas dilaciones. El colmo llegó cuando los organismos cayeron en la cuenta que no sólo se demoraba el proceso, sino que ni siquiera estaba conformado el tribunal encargado de llevarlo adelante.
Wolk cuenta con un prontuario que lo encuentra como responsable de El Pozo de Banfield y el Infierno durante la última dictadura cívico militar. Fue también uno de los responsables operativos de la denominada Noche de los Lápices, en la que 23 estudiantes secundarios fueron desaparecidos en La Plata en septiembre de 1976.
Al igual que otros genocidas, Wolk accedió al beneficio del arresto domiciliario, sin poder acerditar ningún problema de salud de los que están contemplados para acceder a dicho beneficio. El domicilio en el que cumple la condena es en Mar del PLata, mismo destino elegido por otros 14 genocidas, entre ellos uno que fue su superior, Miguel Osvaldo Etchecolatz., a quien, gracias a la movilización de vecinos y organismos, se le revocó el beneficio en marzo pasado.
Conocida la noticia, los organismos, encabezados por Abuelas de Plaza de MAyo, Vecinos Sin Genocidas y las federaciones estudiantiles de secundarios y universitarios de la localidad balnearia, celebran que avance la justicia y esperan poder avanzar con al revocación del beneficio, al que califiacn como un «2×1 encubierto», al igual que del resto de sus secuaces.
Consultado por Canal Abierto, Fabián Muñoz, integrante de Abuelas de Plaza de MAyo filial MAr del PLata, manifestó que la definición del Tribunal de Casación fue producto de la movilización.»Wolk tuvo 24 embarazadas en sus manos, conoce el destino de nuestros nietos y está en Mar del Plata como un vecino más con esta suerte de 2×1 encubierto que hace que en esta ciudad haya 14 genocidas con prisión domiciliaria» sostuvo.
Y agregó: «El caso de Wolk era un poco el colmo porque no había ni siquiera un tribunal que lo juzgara. La Constitución de un tribunal para Quilmes o Banfield encierra a casi 25 genocidas, así que es muy importante porque encierra la prosecución de esas causas.»