Redacción Canal Abierto | “El único factor que impide una mayor inflación es la caída en las ventas generalizada que se ve en todos los rubros. La contracara de esto es un retroceso en la producción, lo que presiona sobre el empleo. Es alarmante la capacidad ociosa de la industria en general. La tasa de desempleo estaría pasando los dos dígitos. Así, no se trata si el dólar está alto o muy alto, en verdad se trata de la vida económica de la población, de la gente, que ve cómo se pauperizan sus condiciones materiales y cómo cada vez su trabajo rinde menos”.
Así explican desde el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda la recesión económica que atraviesa Argentina hoy.
La crisis cambiaria llevó a un dólar cada vez más alto y a un peso más desvalorizado. En lo que va del 2018, la Argentina devaluó su moneda un 100,2% y se posiciona como el país con la mayor desvalorización monetaria del mundo. La siguen Turquía con el 73,9%, Brasil con 26,8%, y Rusia con 15,6%.
Fuente: Observatorio de Políticas Públicas – Universidad de Avellaneda
“En unas pocas semanas el peso se devaluó en más de un 40% y solo en los últimos días un 20%. El país está atravesando una gravísima crisis cambiaria con consecuencias impredecibles en la economía real”, advierte el informe de la Undav.
Por otra parte, comparada con los otros países que integran la región, Argentina inició una caída considerable desde fines de 2015. En ese momento encabezaba la escala de salario mínimo en dólares con US$589. Dos años y medio más tarde, bajó al séptimo lugar con US$263, lo que significó una reducción del 50%.
Fuente: Observatorio de Políticas Públicas – Universidad de Avellaneda
En cuanto a la tasa de interés, se consolida como el primero de los países en crisis con una reciente suba al 60% por parte del Banco Central. También se encuentra dentro de las naciones emergentes con mayor inflación, sólo superada por Venezuela. Se estima que el aumento local será de 31,2%, seguida por Turquía con una suba de precios del 15,8%, y Brasil con 4,5%.
Fuente: Observatorio de Políticas Públicas – Universidad de Avellaneda
Mientras, “el abultado déficit de la cuenta corriente, las crecientes necesidades de la toma de deuda pública en dólares y el fracaso de las políticas de metas de inflación que derivó en la necesidad de instalar una tasa de interés de referencia por las nubes, son los desencadenantes de la actual coyuntura de devaluación, recesión y pérdida de los ingresos reales de los asalariados”, aseguran desde el observatorio.
Otro producto de esta inestabilidad cambiaria es la caída de los haberes jubilatorios. De US$ 310 registrados en enero de 2016, pasaron US$ 213.
Fuente: Observatorio de Políticas Públicas – Universidad de Avellaneda
La Ley de Presupuesto 2018 proyectada por el Ejecutivo también sufrió un notable desfasaje a causa del salvaje aumento del tipo de cambio. Superó en un 95,2% los parámetros definidos.
Por su parte, como contracara al ajuste, la fuga de capitales superó los US$ 55.000 millones desde el comienzo de la gestión actual de gobierno y ya se fugaron más de dos tercios de los dólares que ingresaron a través del acuerdo con el FMI.