El señor, tu jefe, tu referente, tu proveedor de comida, proveedor de la plata que te da para casa y dicha y sosiego existencial, te dice: la empresa vería con buenos ojos que usted destruyera en la próxima media hora todos los documentos que tiene en su escritorio y también su computadora y todos los respaldos que hubiese hecho en estos ocho años de cualquier archivo. El señor, tu jefe, tu referente, tu proveedor de comida, proveedor de la plata que te da para casa y dicha y sosiego existencial, te dice: estoy pensando mucho en ascenderlo, pero, claro, antes vería con buenos ojos que matara al perro de mi vecino, un bicho asesino. El señor, tu jefe, tu referente, tu proveedor de comida, proveedor de la plata que te da para casa y dicha y sosiego existencial, te dice: mirá, todo bien con vos, siempre, pero no me traigas más pendejos a llenar la comisaría de olor a meo, ¿viste?, si me solucionás el problema antes, como te parezca solucionarlo, vamo a pensar en algo mejor para vos dentro de la Institución. El señor, tu jefe, tu referente, tu proveedor de comida, proveedor de casa y dicha y sosiego existencial, te dice: ¿Y?
¿¡Qué decir!? ¿¡Cómo responder!? ¡Me meten en un flor de quilombo! ¡Quiero cortarme las venas!