Por Pablo Bassi | Ausente aún la herramienta electoral que los unifique, dirigentes de organizaciones populares entrevistados por Canal Abierto explicaron cuál es su estrategia para construir el 27 de octubre una nueva mayoría que desplace a Cambiemos del gobierno.
“Pareciera que el presidente será candidato, siempre y cuando no haya una hecatombe económica -dice Humberto Tumini, de Libres del Sur-. Su reelección está muy comprometida, al menos que la oposición sea Cristina”.
El fundador de la corriente de izquierda nacional Patria Libre lanzó semanas atrás su postulación para competir en las PASO de Alternativa Federal, en las que confluiría con Sergio Massa y Juan Urtubey. Una decena de gobernadores asegura tener los pies en ese plato.
“Hay que hacer una amplia alianza que incluya a sectores del justicialismo y progresistas como el Gen y el socialismo, en busca de ganarle a Cambiemos y, eventualmente, a Cristina”, agrega Tumini delimitando el espacio, algo que también hicieron posibles contendientes en la interna.
-¿Y si Cristina no es candidata? –preguntamos
-No veo un escenario donde no lo sea –responde.
Para Daniel Menéndez, referente de Barrios de Pie y recientemente alejado de Libres del Sur, es necesario trazar un puente con el kirchnerismo, al que considera “competitivo” en términos electorales.
Su nuevo partido político Somos, que lidera con Victoria Donda, acompaña la precandidatura de Felipe Solá junto a otros diputados que rompieron con el massismo, como Facundo Moyano y Daniel Arroyo.
“Nosotros planteamos, por sobre todo, la unidad de los movimientos populares y, desde esa identidad propia, disputar internas en un marco de acuerdo lo más amplio posible”, opina Menéndez.
Una lectura similar sostiene Fernando “Chino” Navarro, dirigente del Movimiento Evita, conducción de la CTEP, cuyos diputados Lucila De Ponti y Leonardo Grosso migraron al interbloque que preside Solá.
-¿Es posible una convergencia opositora para derrotar a Macri? –preguntamos
-Es tan difícil como ganar si no nos unimos –responde Navarro- Hay que escribir cuatro o cinco puntos que enamoren a la mayoría de los argentinos e ir a las PASO.
Días atrás, desde la cúpula de la CGT, Luis Barrionuevo y Héctor Daer alentaron en público a Roberto Lavagna como posible candidato de unidad, algo difícil que ocurra mientras el exministro siga negándose a ir a internas.
“Lavagna fue importante como ministro, pero, sin desmerecerlo, irlo a buscar a la casa habla de la crisis argentina: nos cuesta construir liderazgo y referencia. Si no hacemos política, si estamos más enfrascados en la rosca, estamos poniendo el carro delante del caballo”, ironiza Navarro.
-¿Por qué está ausente ese proyecto común del campo popular? –le preguntamos
-No hay conducción individual ni colectiva, la ruptura lleva a la derrota, la derrota divide. Pero no hay que enojarse con eso, ni descalificarnos, porque la realidad es más compleja –aconseja.
Según Víctor de Gennaro, fundador de la CTA y ex candidato a presidente por Unidad Popular, es “la crisis de representatividad de los sectores populares la que impide una estrategia común». «Nuestras contradicciones son el nudo del problema”, define.
Su partido realizará el próximo 23 de febrero un plenario multisectorial que resolverá candidaturas, mientras que a mediados de abril en Rosario culminará el proceso de asambleas que adoptó el Congreso de UP. Entonces determinarán posibles alianzas.
“Cuando dimos inicio al congreso en octubre pasado, consensuamos que nuestra intervención electoral debe buscar como objetivos derrotar a Macri, construir una experiencia política nueva y fortalecer la unidad del pueblo”, dice De Gennaro.
Por su parte, Juan Carlos Alderete, referente de la organización social CCC y el PTP, uno de los partidos que junto a UP constituyeron en 2017 y 2015 el Frente Popular, anticipó en el diario Clarín que en dos meses definirán el apoyo al candidato que mejor exprese sus necesidades.
La posibilidad de que se desdoblen las elecciones bonaerenses también mantiene en la indefinición al Frente de Izquierda. Christian Castillo, dirigente del PTS, señaló a Canal Abierto que tratarán de consensuar candidatos y evitar las internas del 2015.
“No vamos a converger con espacios que se autodenominan de centro-izquierda, porque tienen otro programa y porque, junto al kirchnerismo, intentarán renegociar la deuda con el FMI, que para nosotros no hay que pagar; o se unirán a Alternativa Federal, el bloque colaboracionista del macrismo”, adelanta Castillo.
A diferencia del resto están quienes militan la candidatura de Cristina Kirchner, a pesar de que ella no confirmó todavía esa posibilidad, que por cierto es muy probable.
“Nuestra prioridad es derrotar a Macri, y creemos que Cristina es la candidata más sólida. Todo lo que pueda hacerse para fortalecer esa dirección se está haciendo”, dice Pedro Wasiejko, secretario de Interior de la CTA de los Trabajadores y miembro de la mesa de acción política del Frente Grande.
De una manera similar se expresó a fin del año pasado Juan Grabois, referente del MTE, que integra la CTEP, y también del Frente Patria Grande.
Si María Eugenia Vidal decide anticipar las elecciones provinciales y Cristina Kirchner termine jugando allí, Wasiejko sostiene que el exministro Axel Kicillof sería un buen comodín que represente a Unidad Ciudadana en el proceso nacional.
Una parte del debate -la de coyuntura, que por supuesto no intenta aligerar los tiempos que amerita la de reconstitución de la unidad del campo popular- será saldado el 27 de octubre, aunque la oficialización de coaliciones dejará entrever antes posibles escenarios.
Aquel domingo será histórico: Bolivia celebrará las presidenciales primarias con Evo Morales como candidato y Uruguay refrendará o no la continuidad del Frente Amplio en el gobierno. La Argentina, en tanto, tendrá la oportunidad de cambiar el curso de sus días.