Redacción Canal Abierto | A las 15.30 estaba convocada la reunión paritaria para concluir el ciclo de recomposiciones correspondiente al año pasado. Varios minutos antes de eso se empezaron a conocer los volantes de la Unión Personal Civil de la Nación que celebraban el acuerdo: $2000 de bono a cobrar en abril; 3% de aumento del sueldo a partir de mayo (calculado en base al salario junio 2018); 13% de aumento para el último cuatrimestre del presentismo; y la posibilidad de cobrar el presentismo cuando se registren faltas por violencia de género, algo que insólitamente hasta el momento no sucedía con el infame “premio” que se convierte en castigo toda vez que los trabajadores y las trabajadores del Estado Nacional, en muchas ocasiones, deben concurrir a su empleo enfermos, o dejando familiares enfermos en casa, hijos e hijas incluidos, para no perder el plus que solo se entrega a quienes no registren ningún tipo de ausencia en períodos de cuatro meses.
Por una cabeza, siempre a ganador!
Que el gremio conducido por Andrés Rodríguez -más respetado en el mundo del trabajo por su excéntrica afición a la cría de caballos de raza que por defender derechos de empleados públicos- tiene buena sintonía con el gobierno de Mauricio Macri, no es desconocido por nadie. De hecho Rodríguez, un oficialista de todos los oficialismos, ocupó en la práctica la pata que dejó vacante Juan Carlos Schmid en el triunvirato de la CGT, y es uno de los que comandan la estrategia para frenar la avanzada hacia un paro general de los sindicatos más disconformes con las políticas macristas.
Miembro de la Sociedad Rural y poco afecto a las cámaras y las revistas, “el Centauro” Rodríguez oficia de Gerente General de UPCN hace 29 años y desde 2015 asumió el rol de virtual director de la oficina de Recursos Humanos en el Estado de la gestión Cambiemos, firmando acuerdos a la baja, como siempre, que depreciaron el poder adquisitivo de los estatales sistemáticamente; y aceptando y hasta justificando despidos, como nunca. Por eso, más convendría pensar que el sindicato mayoritario es co-autor de la pretendida propuesta del vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra (en su rol de empleador), que un mero actor que aceptó complaciente la oferta de su patrón.
Por más que siempre les quedará el rebusque de decir que los papelitos con el acuerdo que se filtraron antes de la firma del propio acuerdo fueron una operación de desprestigio, la trayectoria histórica condena a los dirigentes del gremio azul y blanco a suponerlos aspirantes a funcionarios y facilitadores de la paz en los ministerios, a pedir de todos los gobiernos.
La versión oficial y la versión oficialista
Afuera de la sede de la secretaría de Empleo de Callao al 100, centenares de policías del cuerpo de infantería reprimieron a los afiliados, las afiliadas y a los dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado, de la Seccional Capital y del Consejo Directivo Nacional, que se manifestaban en rechazo a lo que, ya sabían, sería un retroceso en sus sueldos y sus derechos.
En ese contexto, la delegación de paritarios de ATE Nacional se retiró de la mesa de negociación y el acuerdo se terminó de sellar sin acuerdo, no sin un actuado repudio de los delegados de UPCN a lo sucedido en la calle contra los y las estatales agredidos.
Una vez en la calle, Pablo Spataro de ATE Nacional explicó: “Rechazamos la propuesta que el Gobierno anunció horas antes con el sindicato amigo del 3% de recomposición y una suma fija miserable de 2 mil pesos. Hemos perdido 23 puntos de salario en el año 2018 y entre 10 y 11 puntos en lo que va del 2019, por lo tanto los trabajadores del Estado hablamos de una pérdida de casi un 34% de nuestro salario al día de hoy. El 50% de las y los estatales estamos por debajo de la línea de pobreza».
“Como broche nos mandaron a la policía, no vamos a participar del ámbito paritario mientras le estén pegando a los laburantes”, denunció Spataro, titular además de CTA-Autónoma Capital.
Por su parte, consultado por Clarín en la conferencia de prensa, el modernizador Ibarra justificó que el entendimiento es «un complemento salarial como parte de la paritaria de 2018» y adelantó que en la tarde de ayer se reuniría con el Secretario de UPCN, Andrés Rodríguez, para cerrar la negociación. «No alcanza para cubrir lo que se perdió, pero es un avance», dijeron desde el sindicato.
CGT, UPCN y MM
Si la magra oferta huele a intento de alejar a la CGT del quinto paro general contra la administración de Mauricio Macri -que los dirigentes enfrentados con la Rosada definirán en los próximos días-, es justamente porque Andrés Rodríguez, que en los cargos es Adjunto pero en los hechos se sienta al lado de Daer y Acuña, es uno de los que maniobran para que el macrismo llegue a octubre sin sobresaltos con los pesados del sindicalismo.
«Es relativa la realización de un paro porque en algunos casos hay planteos de que se pierden días de trabajo; igualmente, no lo descartamos, pero entrar en la discusión paro sí o paro no, es absurdo», vomitó Rodríguez durante la marcha del 4 de abril.
A cambio, el gobierno descongeló los fondos adeudados a las obras sociales sindicales, a través del Decreto 251/2019. Por esta vía, los gremios recuperarían unos $ 13.000 millones en cuotas, además de la creación de oficinas para reducir amparos y reclamos judiciales en su contra.
Los estatales abrirán su paritaria 2019 en junio. A caballo de la campaña electoral.
Foto principal: Andrés Ibarra y Andrés Rodríguez, archivo