Redacción Canal Abierto | El 16 y 17 de mayo de 1969 Rosario estalló. La represión a los estudiantes correntinos que luchaban contra la privatización del comedor estudiantil, el asesinato del joven Juan José Cabral y al día siguiente de Adolfo Bello en medio de la represión policial generó la solidaridad de todo el pueblo, el cierre de los negocios y la unidad de estudiantes y trabajadores de ambas CGT que salieron a las calles.
La CGT de los Argentinos era comandada por Héctor “el Colorado” Quagliaro, a quien ayer su hija y los dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado a la que él pertenecía, homenajearon en el stand del sindicato en la Feria del Libro, a 50 años de aquella gesta.
“Siempre que tengo que hablar del viejo no me resulta fácil. Es ejercer nuestra memoria histórica, porque al viejo le gustaba mucho decir que la historia no es como el cine, que no empieza cuando uno llega y termina cuando uno se va”, sostuvo Leticia Quagliaro.
En el trazado de una línea histórica de aquellos tiempos hasta hoy, Raúl Daz, secretario general de ATE Rosario, consideró: “No estamos en vísperas de los Rosariazos ni de los Cordobazos, la historia nos ha enseñado que no se vuelve a repetir, pero lo que sí uno ve a través de la foto, lee a través de los libros, es que el estandarte de la clase trabajadora que tiene una similitud con nuestros tiempos está vivo. Tenemos que aprender esa consigna: sólo el pueblo salvará al pueblo”.
“Siempre que tengo que hablar del viejo no me resulta fácil. Es ejercer nuestra memoria histórica, porque al viejo le gustaba mucho decir que la historia no es como el cine, que no empieza cuando uno llega y termina cuando uno se va”, sostuvo Leticia Quagliaro.
Por su parte, Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de ATE Nacional, recordó a los miles de trabajadores que protagonizaron esa la poblada: “Eran tiempos mucho más difíciles que éste para pelear. Eran tiempos de dictadura, de proscripciones políticas, de persecución sistemática a las organizaciones de los trabajadores. Había que tener mucho coraje, mucha decisión política y mucho convencimiento de las ideas y valores por los cuales se peleaba. Porque ellos lo hicieron, hoy nosotros estamos acá”.
Y agregó: “Pero todavía no alcanza, porque los poderes que instauraron esa dictadura en aquel tiempo y que hoy todos los días entregan las riquezas de nuestro país a intereses de empresas trasnacionales, hacen que esta democracia todavía sea muy renga. Hoy nos estamos animando a seguir soñando como lo hacía Héctor Quagliaro. Nos animamos a imaginar que con nuestro protagonismo un estado democrático y popular es posible”.