Redacción Canal Abierto | El anuncio de la fórmula oficialista Macri – Pichetto para las presidenciales de este año movilizó el panorama electoral. En las últimas 24 horas opinólogos, periodistas y políticos salieron a sentar posición sobre la decisión y sus posibles consecuencias.
Sin embargo, no fueron pocos los argentinos que se preguntaron sobre el pensamiento y la trayectoria del ex menemista, ex duhaldista, ex kirchnerista y hoy macrista. Para entender quién es Miguel Ángel Pichetto, Canal Abierto dialogó con la senadora nacional por Río Negro, Magdalena Odarda.
¿Te sorprendió el anuncio de la fórmula Mauricio Macri – Miguel Pichetto?
No me sorprendió en absoluto. Nosotros ya veníamos viendo esta actitud de Miguel Pichetto desde el principio de la gestión Macri, con su comportamiento en el Senado de la Nación, la votación de proyectos de ley que necesitaba Cambiemos de forma urgente. Muchos de ellos eran promovidos por la oposición pero nosotros sabíamos que eran pedidos de Cambiemos. También en algunas expresiones que se empezaron a hacer cada vez más frecuentes dentro del Senado, como las expresiones xenofóbicas hacia los hermanos latinoamericanos, asociándolos con la delincuencia, con la violencia. Sin embargo, al mismo tiempo no se expresaba de la misma manera en relación a otros extranjeros como Joe Lewis, a quien tenemos instalado acá en Río Negro con todos los privilegios, o como el emir de Qatar que está comprando tierras en la Patagonia y tantos otros, como el caso Benetton. Es decir, extranjeros que no vienen a trabajar la tierra o habitar el suelo argentino, como dice la Constitución, sino que vienen a hacer grandes negocios y especular.
Sobre esos extranjeros no tenía ninguna mención, pero si hacia los chilenos, bolivianos, paraguayos, peruanos que sí vienen a trabajar y a habitar el suelo argentino. Nosotros tenemos una visión latinoamericanista muy clara en ese sentido.
Pichetto refuerza la línea más conservadora del Gobierno. Además de sus posicionamientos respecto a la inmigración, siempre rechazamos sus planteos sobre mano dura y demás cuestiones que afloraban en cada uno de sus discursos. En la Cámara nos dedicábamos a escuchar y no interrumpirlo, aunque en los últimos debates tuvimos un par de cruces, sobre todo en la última sesión durante el homenaje al diputado asesinado (Héctor Olivares), donde se hizo mención a la gente en situación de calle. Aquella vez lo crucé inmediatamente, planteándole que no podía asociar a la gente que está en situación de calle con la delincuencia.
Cuando hay hambre como en Argentina, tampoco podemos enojarnos con la gente que solidariamente viene a darle de comer a las personas en el Congreso, como sucede todos los días.
Los medios de comunicación vienen haciendo hincapié en el objetivo electoral de la candidatura, pero no en términos de proyecto político…
Creo que esta fórmula profundiza la visión de saqueo que ha tenido este Gobierno, porque no les importa que se estén fugando miles y miles de millones de dólares todos los días. Por otro lado, sí les importa, por ejemplo, que haya Asignación Universal por Hijo (AUH). De hecho, en los últimos tiempos Pichetto llegó a plantear que había que quitarla por un año. ¿Qué hacemos si no tiene trabajo la gente? ¿No le damos de comer a los chicos? Eso sí me preocupa porque es una visión de mundo que implica el “que se lleven todo”, incluso nuestros recursos naturales, a costa del hambre del pueblo argentino. La AUH fue una política que buscó tender a la redistribución de la riqueza, al igual que las jubilaciones por moratoria. En el otro extremo, este Gobierno pretende terminar con las jubilaciones por moratoria, sometiéndose a los designios económicos del Fondo Monetario Internacional. Para nosotros significa una política de inclusión.
Son dos modelos absolutamente distintos, y eso es algo que es importante dejar en claro: uno expresa la derecha conservadora, al estilo Bolsonaro; y el nuestro, que persigue un país más justo, más inclusivo, con justicia social y donde todos puedan vivir bien.
¿Quién es Miguel Ángel Pichetto?
Creo que el recorrido de Pichetto en política es bien conocido por todos, pero quizás su característica distintiva es haber sido siempre oficialista.
En Rio Negro recuerdo también que supo ser el primer defensor Carlos Menem cuando éste cerraba Hipasam, el yacimiento de hierro más importante que teníamos en el pueblo. En ese momento el Presidente Menem prometía la revolución productiva pero lo que se hizo fue, desde el Congreso, privatizar Hipasam, los ferrocarriles y tantas otras empresas públicas. Del discurso que planteaba que desde socavón iba a salir la revolución productiva, pasamos al despido de más de mil personas en Sierra Grande.
¿Hay algún anclaje o vínculo provincial detrás de la candidatura?
No es una jugada que tenga que ver con lo provincial. De todas formas, es cierto que Pichetto y su sector -que en un momento fue importante pero ahora ya no lo es- trabajó para la candidatura de Alberto Weretilneck, otro socio del macrismo.
De hecho, en las últimas horas trascendió que el partido del gobernador Weretilnck está analizando si se presenta a elecciones o si van directamente detrás de Pichetto.
¿Vas a participar de las elecciones de octubre? ¿En qué espacio?
Vamos a participar. Todavía no están conformadas las listas. Yo comparto el espacio del Senado con Pino Solanas, y consideramos que el frente es frente cuando se integra con representantes de distintos sectores de lo que va a ser el frente opositor. Nosotros hemos sido constructores, junto a Martín Soria, presidente del Partido Justicialista y ex candidato a gobernador. Yo lo acompañé como vice, y en ese momento ya denunciaba que Pichetto trabajaba en contra de su propio partido.
Aquella experiencia que nos llevó a sacar un 35% del electorado en base a un gran frente, es lo que pretendemos ahora ampliar y mejorar con el Frente Patriótico.
¿Cuáles son los ejes que pretenden poner en agenda?
Fundamentalmente la cuestión social. Estamos en emergencia y tenemos que poner el foco sobre todo en los jubilados, que hoy tienen que elegir entre comer o comprar un remedio, y empezar a combatir la pobreza que ha arrojado a más de 600 mil personas en los últimos meses a los índices más crueles. Creo que hay que fundarse en eso y hacer un relevamiento de cada familia de esta Argentina y terminar con las muertes que son evitables y declarar la emergencia social de forma urgente.