Redacción Canal Abierto| «Que 100.000 santafesinas y santafesinos nos hayan votado una vez más y renovar dos bancas de izquierda y de centroizquierda en la provincia de Santa Fe por afuera de los grandes partidos es un hecho histórico y, en lo personal, muy emotivo» cuenta entusiasmado Carlos Del Frade, el periodista rosarino que fue reelecto como diputado el domingo pasado.
A partir de la unión del Frente Social y Popular, con la que llegó a la Legislatura en 2015, con Ciudad Futura, una agrupación joven que ganó visibilidad con su agenda centrada en las problemáticas de género, Del Frade seguirá dando batalla por 4 años más desde su banca en la Legislatura de Santa Fe. Esto, lejos de plantearse como un puerto de llegada, es visto por el rosarino como punto de partida a nuevos desafíos. «Que no sean solamente denuncias testimoniales, sino que sean proyectos transformadores encarnados en la gente», plantea en torno a la insistencia de los proyectos que presentó en su primer mandato, pero que no logró que fueran convertidos en ley.
La imposición de una agenda que mire a los sectores populares en el contexto de una «restauración conservadora», como define el triunfo de Perotti y el ascenso de Amalia Granata, la democratización de la policía provincial, la proyección de sus propuestas al plano nacional, la posibilidad de -en 4 años- estar disputando cargos ejecutivos y la toma de partido en un frente que termine con el gobierno de Macri son algunos de los puntos que Del Frade abordó en diálogo con Canal Abierto.
“Esta confluencia entre el Frente Social y Popular y Ciudad Futura ha generado, además de la renovación de dos bancas en la Legislatura de Santa Fe, el segundo Estado de la República Argentina, 3 concejales en la ciudad de Rosario, encabezado por una dirigente que no tiene techo y que tiene seguramente proyección nacional como Caren Tepp. Ella es un símbolo de Ciudad Futura, una de las tantas expresiones de esta fenomenal revolución feminista que hoy está atravesando la Argentina y que seguramente nos va a hacer mejores como sociedad. Además, ha dado la posibilidad de discutir la intendencia de una ciudad clave como Rosario, a través de una figura como Juan Monteverde. Esto marca la confluencia de dos espacios con muchísima militancia joven, lo que hace que efectivamente no tengamos ni paredes ni techo. Dentro de 4 años vamos a tratar de discutir nada menos que la gobernación de la ciudad de Rosario y de la provincia de Santa Fe. Creemos que lo que se ha elegido son los últimos resabios del siglo XX y que ahora viene una dirigencia del siglo XXI totalmente atravesada por la revolución feminista y por la idea de la transformación desde lo cercano a lo lejano. Hemos tenido concejales en ciudades importantísimas como Villa Constitución, Funes, Vera o Casilda, que marcan que el Frente Social y Popular y Ciudad Futura juntos nos conformamos como una fuerza de transformación en medio de una especie de restauración conservadora que va a venir con lo peor del peronismo, con lo más oscuro que estará contenido en el gobierno de Perotti que va a asumir en diciembre. Y, también, por lo que significa la alianza de los peores sectores eclesiásticos del Opus Dei y del evangelismo vinculado con Estados Unidos y que se expresa a través de la figura de Amalia Granata. Frente a eso lo nuestro se presenta como una alternativa de izquierda, popular y que además viene a discutir el poder. Por eso estamos realmente muy felices”, afirma el reelecto legislador.
¿Qué desafíos encaran en este nuevo mandato?
-En primer lugar, nosotros hemos sido los que más hemos trabajado, los que más proyectos de ley hemos presentado. Son más de 100 proyectos en menos de 4 años. Muchos de esos los tenemos que hacer ley. Entre otros están los proyectos de ley provincial de educación que está cajoneada en el Senado por una mayoría peronista ultra conservadora. Ahí está el programa de Educación Sexual Integral, el cupo laboral trans, la ley de agrotóxicos para prohibir las fumigaciones aéreas y limitar las terrestres a 1500 metros de los cascos urbanos, el regreso del tren, la limitación al poder judicial, la democratización del control político de la policía, la recuperación del Banco Provincial de Santa Fe, una ley de jornada laboral para que sea de 6 horas para que haya 43.000 nuevos puestos de trabajo estables y en blanco para chicas y chicos menores de 30 años y para mayores de 45, que son los que más están soportando la desocupación. Estos son algunos de los proyectos presentados por nosotros, pero que queremos que sean ley. Vamos a pelear, porque esa es la única manera de que, en una provincia rica de un país rico, la desigualdad empiece a ser un poco menos gruesa en una Argentina y una Santa Fe contemporáneas.
¿La confluencia con Ciudad Futura implica una reconfiguración de la agenda con la que llegaron a la Legislatura en 2015?
-En todo caso es una profundización de esa agenda. Cada vez tomamos más conocimiento y consciencia de lo fenomenal e imparable de la revolución feminista. Y esto se profundiza con una referente extraordinaria como Caren Tepp. Va a ir como concejal, como Luz Olazagoitía, que es una compañera nuestra de la organización Causa. Me parece que ahí vamos a poner un acento mayor, pero además de lo que significa la profundización de las cuestiones estructurales, que tengan la impronta de una comunicación realmente popular para que toda la gente se incorpore en esto y que no sean solamente denuncias testimoniales, sino que sean proyectos transformadores encarnados en la gente. Este es nuestro gran desafío y eso es lo que vamos a hacer en nuestro segundo mandato.
¿En qué consiste esta democratización del control político de una policía que ganó notoriedad nacional a partir de sus vinculaciones con el narcotráfico?
–En 36 años la democracia no ha generado una policía provincial democrática, especialmente en los principales 5 estados de la Argentina, como son Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba Tucumán y Mendoza. Allí la idea siempre es que la policía provincial depende del gobernador que sea electo por el voto popular. Eso quedó demostrado que fue un fracaso. Los nichos de corrpución de las policías provinciales son después también los nichos de la mano dura y el gatillo fácil son los que terminan gobernando el palpitar cotidiano de las calles en los principales centros urbanos de cada una de las provincias.
Es necesario democratizar la conducción política, que no sea solamente el partido que gana el que gobierne o intente gobernar la policía sino que todas las fuerzas con representación parlamentaria nos metamos directamente en ese gobierno de la policía. Porque sino lo que ocurre que cierta parte de la policía responden a determinados sectores políticos y otros sectores policiales a otros sectores políticos. Hay que democratizar la conducción política. Eso es algo que no se hizo en la democracia argentina. Nosotros lo presentamos como proyecto de ley y me parece que es una vía de solución porque hoy la policía forma parte del problema. Argentina tiene hoy como característica que nuestras bandas son narcopoliciales. Así que lo mejor que nos puede pasar es meternos todos los partidos con representación parlamentaria en la conducción democrática de la policía para que alguna vez tengamos policía que le sirvan al pueblo y no que usen el miedo del pueblo en beneficio de algunos grupos.
¿Cómo se plantea una reforma del esquema laboral en el sentido de reducción de horas, cuando el FMI pide exactamente lo contrario?
-La Organización Internacional del Trabajo está cumpliendo 100 años. Su primer convenio fue la jornada laboral de 8 horas. Hoy la OIT está tomando una de las ideas que tenía Tortsky en la década del 30 que es reducir la jornada laboral a 6 horas para la inclusión laboral. Eso nos parece notable y forma parte de lo que hay que hacer en los países saqueados como el nuestro. Hoy decimos que en Santa FE existen 576 grandes empresas que dan trabajo a 178.000 persona en tres turnos de 8 horas. Si en en tres años nos ponemos de acuerdo en discutir costos y valor real de la mano de obra y de la capacidad de trabajo, en tres años podemos establecer con el mismo salario 4 turnos de 6 horas y generar 43.000 puestos de trabajo. Esta posibilidad está contemplada en el artículo 20 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe. Ahí se plantea que la provincia tiene la posibilidad de establecer una jornada laboral. A diferencia de lo que hoy se propone, que la gente trabaja más horas, es más esclava y vive más para trabajar que trabajar para vivir, restando libertad y generando mucha angustia, esto va a generar otra inclusión social y otra paz social.Porque lo que vamos a hacer es que la gente tenga al menos el dominio de su propio tiempo. Nos parece fundamental llevar adelante este debate, no solamente en Santa Fe sino en otras provincias argentinas.
Recién planteó que tanto el triunfo de Perotti como el ascenso de la fuerza que encabeza Amalia Granata, que entró en la arena políica con su militancia antiderechos en la discusión por la legalización del aborto, pueden leerse como una restauración conservadora. ¿Cómo convive esa situación con el crecimiento de su fuerza?
-Los grandes medios de comunicación hacen posible, a partir del sistema de boleta única, que las personas conocidas sean las votadas. Porque nuestro pueblo vota al que conoce. En medio de eso los medios de comunicación, al generar esa visualización, generan personas que terminan haciéndose políticas. El problema es quienes están detrás. En el caso de la figura de Amalia Granata ha convocado a sectores evangélicos que están alineados con Estados Unidos. Esa es una de las vertientes de lo que se expresa a través de los diputados que va a llevar Amalia Granata a la Legislatura. Y también del Opus Dei, una de las órdenes más conservadoras y nefastas que tiene la iglesia católica, en tándem con algunos arzobispados. A eso hay que sumarle el siempre y permanente acicateo de los medios de comunicación para desvalorizar la política y hacer que siempre se subordine a las grandes empresas. Porque hay que tener presente que los grandes medios de comunicación son grandes empresas y forman parte de la nueva oligarquía en Argentina. Así que el desencanto con las figuras tradicionales también se expresa en la figura de Granata. Y después está ese fenomenal conocimiento que da la televisión que todos los días aloja a una persona en tu casa. Contra eso es muy difícil combatir.
Esas tres cosas se sintetizan en la figura de Amalia Granata, pero también en un peronismo que va a parecer conservador. Eso se ve en figuras del Senado de la Provincia, que es absolutamente conservador, que es mayoritariamente peronistas. Además hay gremios que no han perdido esa tremenda sombra de lo que significa ser pesados y apretadores. Eso también se consolida con el triunfo de Perotti. Ojalá aparezcan los mejores sectores que alguna vez alumbraron con el kirchnerismo al menos a discutir cual va a ser el sesgo de un gobierno que tiene en Omar Perotti a un hombre que votó todas las leyes del macrismo, que se abstuvo en el debate por el aborto y que viene con un discurso más pro empresarial que pro mayorías. Ya veremos frente a qué nos enfrentamos. Si prevalece lo conservador, que es lo que creo que va a pasar, nosotros vamos a ser severos cuestionadores de eso.
Otro dato de esta elección fue el confinamiento del PRO-Cambiemos a un tercer lugar alejado de la disputa por la gobernadión. ¿Qué ocurrió, si tenemos presente que en las dos últimas elecciones, pelearon voto a voto la gobernación?
-El saqueo del macrismo ha generado que sus principales figuras en la provincia paguen el costo y eso se ha visto claramente expresado en los votos
Saliendo de lo estrictamente provincial, ¿cómo van a jugar de cara a las elecciones presidenciales?
-No nos vamos a quedar indiferentes, vamos a apoyar todo aquello que consolide un frente opositor al macrismo. Me imagino que las distintas fuerzas del frente tendrán una primer opción para una primera vuelta pero en la segunda vuelta estaremos unidos para que Macri no sea reelecto. Seguimos peleando por las banderas de siempre, que son la igualdad, la justicia y la soberanía, tanto en la provincia como en Argentina. Siempre desde lo cercano a lo lejano intentando transformar la realidad, porque nuestra necesidad y por lo tanto nuestro sueño.