Redacción Canal Abierto | A pocos días de las PASO y con la indecisión de los votantes en su apogeo, la estrategia de los candidatos para manejar la cuestión energética podría resultar decisiva. En este caso, el yacimiento de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta es uno de los actores a tener en cuenta.
Como se viene observando en estos tres años y medio, la política de Cambiemos apuesta a la dolarización y exportación de los recursos extraídos de la cuenca neuquina. La producción de gas y petróleo no convencional creció un 7% y un 3% respectivamente en el último año.
Esto se debe a que, cuando Juan José Aranguren era ministro de Energía, se instauró un plan que creó un sendero de precios crecientes para el gas extraído que llegó a los US$7.5 por millón de BTU. Por su parte, su sucesor Javier Iguacel se dedicó a acelerar la llegada de inversiones hidrocarburíferas a la región mediante negociaciones con empresarios y ejecutivos de los mayores grupos petroleros de Estados Unidos y el mundo.
La semana pasada el Gobierno oficializó el llamado a licitación para la construcción de un gasoducto que conecte al yacimiento de gas no convencional de Vaca Muerta en Neuquén con Buenos Aires.
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“Ahora esperan que se ponga en marcha la adjudicación antes de terminar la gestión. Y es importante aclarar que esto se hizo por decreto y por fuera incluso de las disposiciones legales que están establecidas en el marco regulatorio del gas”, explicó Gustavo Lahoud, especialista en energía del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas.
Esto habilitaría a que las empresas que resulten adjudicadas manejen los precios de las tarifas del consumo interno, que al ser dolarizadas serían mucho más altas. Con esto también, el Gobierno de Mauricio Macri fortalecería la futura capacidad exportadora de Argentina para “volver a transformarla en un jugador importante en el negocio hidrocarburífero, como se vivió en los 90”.
En la vereda del frente, los Fernández tienen otros planes para el yacimiento. La llamada curva de aprendizaje de Vaca Muerta se inició durante el Kirchnerismo, en el período 2013/2015 de la mano de un acuerdo que se hizo con la norteamericana Chevron. Esto vino de la mano del impulso que se le dio a la cuenca a partir de la estatización parcial del 51% de las acciones de YPF entre mayo y junio del 2012, según explicó Lahoud.
Y agregó: “Desde un gobierno del Frente de Todos la estrategia sería seguir incentivando la producción en el yacimiento pero dando una mayor centralidad a YPF, y yendo a un escenario con dos dimensiones: consolidar la política de autoabastecimiento como lo establece la ley 26.141, y generar cadenas de valor que permitan desarrollar el yacimiento, tanto en gas y en petróleo, en función de la producción de líquidos de gas, petroquímica, un conjunto de industrias que puedan ir asociadas a ese mayor desarrollo”.
Esto significa asegurar el acceso a energía más barata para el mercado interno a partir de un posible cierre de ciclo de importaciones energéticas, porque tendríamos más gas y más petróleo y al ser excedentarios podríamos exportar.
“Básicamente el enfoque diferenciador del Frente de Todos en relación a cambiemos iría de la mano del acceso a productos energéticos de menor precio para el conjunto de la población y terminar de conectar a la gran cantidad de familias argentinas (25%) que no tienen acceso a gas natural por redes”, indicó el especialista del IPyPP.
Por su parte, Sergio Lanziani –posible candidato o manejar la Secretaría de Energía por la oposición-, declaró en diálogo con La Política Online: “El potencial exportador de Vaca Muerta podría igualar al complejo agroexportador, pero no se puede desarrollar esta faceta sin resolver la cuestión nacional. Para salir de la crisis hay que iniciar un ciclo de crecimiento económico que no puede darse con tarifas en dólares, mientras que los usuarios ganan en pesos”.
Mientras, Federico Bernal sostuvo: “Las exportaciones sólo deben permitirse en caso de que haya excedentes, con un precio diferencial, bajo el compromiso de reposición de reservas y aportando a un fideicomiso que permita realizar la infraestructura faltante. Si tu producción se enfoca en el mercado externo, el precio local queda igualado al internacional y resulta impagable. Nosotros sabemos que Vaca Muerta puede ser una generadora de divisas, pero no es seguro que pase en esta década, ya que la prioridad es ampliar el servicio de gas a los 5 millones de argentinos que hoy están afuera”.