Redacción Canal Abierto | En sólo diez días, el Gobierno de Mauricio Macri sufrió una debacle electoral que lo deja con un pie afuera de la Casa Rosada, una devaluación de más del 30% y una de las caídas bursátiles más grandes de toda la historia financiera mundial.
Este terremoto político económico luego del traspié en las urnas devino en una crisis al interior de Cambiemos que incluyó la reciente salida de Nicolás Dujovne del gabinete, el ingreso de Hernán Lacunza en su reemplazo.
Sin embargo, a minutos de asumir al frente del Ministerio de Hacienda, el hasta ayer funcionario de María Eugenia Vidal evitó cualquier novedad en materia de contención social o reactivación productiva. En cambio, hizo especial énfasis en lo que parece ser el único objetivo del macrismo: “el mandato central es garantizar la estabilidad del tipo de cambio”.
“Lo único para rescatar de la conferencia de prensa de Lacunza y Sandleris fue el hecho de que pusieron rostro al funcionariado económico del Gobierno después de una semana de ausencia por parte de Dujovne. Pero el mensaje fue el mismo que el de la semana pasada -lo cual, a priori, resulta poco tranquilizador-: tasas de interés altas para las leliqs e intervención fuerte en el mercado cambiario”, analiza en diálogo con Canal Abierto el economista Esteban Mercatante.
En relación a las medidas paliativas de la semana pasada, el especialista considera que fueron “bastante pobres, e incluso miserables: con la brutal devaluación, en dos días las remarcaciones de precios alcanzaron el 15 o 20% del ingreso de un trabajador, pero el Gobierno concedió un 6 o 7% de incremento del ingreso promedio sólo hasta diciembre”.
“De acá hasta diciembre vamos a ver un Gobierno sostenido en terapia intensiva por el FMI, y a la espera del depósito de 5 mil millones de dólares que restan del acuerdo”, anticipa.
En su último libro, Salir del Fondo (Ediciones IPS), el economista asesor del Frente de Izquierda-Unidad realiza un pormenorizado análisis de la política del gobierno de Cambiemos, desde sus primeras medidas destinadas a producir beneficios para el conjunto de los grandes empresarios hasta la toma de control por parte del FMI a mediados de 2018. “Toda la política económica quedó subordinada a un objetivo fundamental, cumplir con los acreedores”, define, y advierte de cara al futuro: “Si uno repasa la historia argentina, las peores catástrofes económicas vinieron de la mano del Fondo”.
“Desde nuestro espacio rechazamos que la deuda tenga que estar en el tope de las prioridades. Para eso, además de estudiar sus ilícitos, creemos que es necesario repudiarla, algo que ha ocurrido muchas veces en las historias de distintos estados capitalistas”, explica Mercatante. “Para hacerlo, va a ser necesario que se tomen otras medidas y cambios para que no golpee de lleno a la economía, como la nacionalización de la banca y del comercio exterior”.
Entrevista: Diego Leonoff (@leonoffdiego)