Redacción Canal Abierto | En un futuro inmediato, el Gobierno de Mauricio Macri será recordado como el mayor fiasco económico, político y social desde el retorno de la democracia.
Es posible que también quede en la memoria como la gestión que propició -como consecuencia de ese fracaso- algunos consensos amplios y generales entre sectores históricamente encontrados. Muestra de ello es la última declaración de de la Mesa de Encuentro por el Trabajo y la Vida Digna, a la que adhieren -entre otros- la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, la CGT, la UIA, el Frente Sindical por el Modelo Nacional, la Corriente Federal de los Trabajadores, la Confederación Nacional de Cooperativas, Adimnra, Movimiento Evita, la CTEP, Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa, Coninagro, Carbap y la Federación Agraria, convocados por la Iglesia Católica.
Allí, todo el arco sindical, empresarial, las organizaciones sociales y civiles, del campo y entidades religiosas exigieron medidas contundentes para atacar la crítica situación que atraviesa el país. Entre otras cosas, plantearon la «urgente declaración de la emergencia alimentaria» ante «la realidad de la crueldad del hambre», «el fortalecimiento de una canasta básica de primera infancia y de mujeres embarazadas o en período de lactancia» y «el aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH)».
“El Gobierno Nacional, electo democráticamente en 2015, no quiso, no supo o no pudo administrar las presiones de quienes tienen en la especulación financiera y el acrecentamiento de la propia renta el único parámetro de acción”, fustigan los firmantes. “No se generaron condiciones para resolver las necesidades más elementales de los humildes, de los desamparados y excluidos, que requieren de medidas básicas para la subsistencia y para efectivizar la justicia social”.
Hacia el final del documento, las organizaciones plantean a futuro que “la solución a esta crisis requiere, más que parches económicos, de un fuerte compromiso político que genere consensos en el diseño e implementación de políticas públicas. Por ello nos comprometemos a impulsar un diálogo abierto y sincero, basado en los principios de solidaridad y el trabajo como fundamentos de la vida digna, y que faciliten un ACUERDO MULTISECTORIAL, sin antinomias pero comprometidos con los más débiles, donde cada persona y cada sector encuentren el lugar desde el cual contribuir a la construcción de nuestra Comunidad Nacional”.