Por Clarisa Rojas | Juan Cruz Komar es un pibe rosarino de 23 años, hizo inferiores y debutó en primera en Boca, y en la actualidad viste la camiseta 6 albiazul y porta la cinta de capitán del Club Atlético Talleres de Córdoba. No sólo se planta firme dentro de la cancha para pelear cada pelota, sino que también afuera de ella es un defensor aguerrido de sus ideas. Dialogamos con él para saber un poco más sobre qué piensa este jugador que acaba de crear la “Fundación IgualAR”, que no tira la bocha afuera y lejos está de escaparle a palabras como política y militancia.
¿Por qué elegiste ser futbolista?
-Creo que es algo que está bastante instalado, si se quiere en el sentido común, ya que desde niños nos inculcan eso. También es para analizar desde la cuestión de género, porque aunque en el último tiempo con la llegada de las mujeres se está pudiendo naturalizar, en mi caso como varón y en la cultura argentina tan relacionada con el fútbol, desde los cinco años me pusieron una pelota como juguete y como sueño utópico ser jugador profesional. Creo que eso en la niñez, cuando uno todavía no es demasiado consciente, va calando hondo y va generando este deseo y este sueño. Por mi cuenta y ya de grande sigue siendo mi sueño, que me enorgullece y me pone muy contento de haberlo logrado, pero no dudo que tiene relación con algo cultural. En la India los chicos no tienen el sueño de ser jugadores de fútbol profesional y acá sí. Entonces lo asocio a algo personal, fomentado por mi familia, por mi viejo puntualmente, en un contexto donde es exitoso el que juega el futbol de manera profesional.
Y también relacionado a esto que decías de los roles de género…
-Sí, sin duda. Creo que eso por suerte se está rompiendo. Lo que aparece hoy en día es que no solamente es el sueño de los varones, es el sueño de todos de los hombres, de las mujeres, de los niños y de las niñas poder jugar al fútbol. Por ahí en mi generación, cuando tenía cuatro o cinco años estaba bien atribuido a los varones jugar al fútbol, el hecho de que te pongan una pelota en los pies como un juguete, y ahora no. Incluso mi hermana más chica, que tiene ocho años menos que yo, vivió bien este auge del feminismo, esta nueva ola acá en la Argentina que hizo que ella pudiera naturalizar jugar al futbol cuando me imagino que a mis compañeras de mi misma edad si hubieran querido jugar al fútbol lo hubieran vivido como un estigma.
Siguiendo esta línea ¿Qué significa para vos el fútbol en tanto deporte colectivo?
-Creo que con el tiempo soy más sensible y me voy dando cuenta de más cosas. Creo que al haber nacido en una familia de clase media y con la posibilidad de siempre practicar un deporte, de tener los recursos para hacerlo, el futbol me sirvió como una herramienta de sociabilización, de desarrollo físico y de la autoestima, de un montón de cosas que son vitales para el desarrollo de una persona tanto intelectual como físicamente.
En tanto figura pública te has pronunciado abiertamente sobre temas de la agenda social y política: te pronunciaste a favor del aborto legal, en contra de los travesticidios y te solidarizaste con la lucha docente ¿Por qué te parece importante tomar posición, sentís responsabilidad?
-Sí, totalmente. Primero que nada siento responsabilidad como persona dentro de ésta sociedad, porque al margen de ser jugador de futbol conformo ésta sociedad que para mí es muy desigual. Por otro lado, creo que se incrementa esta responsabilidad y este compromiso al ser una figura pública. Creo que de todas estas cuestiones políticas es realmente absurdo decir que uno se mantiene al margen, creo que hacerlo no es posible para mí. Mantenerse al margen fomenta que siga existiendo una sociedad desigual
¿Qué significa para vos la política?
-Es la mejor herramienta para cambiar la desigualdad y todos estos flagelos que afectan a nuestra sociedad, y más que la mejor es la única herramienta. Yo relaciono casi todo con lo político, diferenciándolo obviamente de lo partidario, pero creo que es la mejor herramienta para producir cambios sociales que puedan derrumbar todos estos flagelos que afectan a la sociedad hoy en día.
En tanto joven ¿Crees que hubo algún cambio en la historia reciente de la Argentina que haya involucrado a la participación política juvenil?
-De lo que yo he vivido puedo decir que sí, que con el kircherismo se pudo volver a confiar y a militar en la política. Los jóvenes pudieron volver a salir a la calle, y creo que es un cambio generacional y un cambio de paradigma muy grande y trascendental. Con esto me refiero a que, y lo veo en la comparación con mis viejos, ellos tienen su posicionamiento político pero vivieron una etapa infectada por la apolítica, por la desconfianza y todo lo que produjo la dictadura. Creo que el kirchnerismo logro que los jóvenes se puedan volver a interiorizar, manifestar y a introducirse en la política. Pienso que es una lucha muy grande hoy del sentido común. Ha habido un retroceso muy grande con el gobierno de Cambiemos, que estigmatiza a todos los jóvenes que tienen ésta fantástica sensibilidad e ideas de justicia social.
¿Sentiste alguna vez alguna limitación para poder expresar tus inquietudes, o sentís que Talleres siempre te dio la libertad de manifestarte?
-Desde el club siempre han sido muy abiertos, no me han reprimido ninguna expresión. Lo que sí, yo tengo en cuenta que estamos en un contexto donde hay que ser inteligentes en cómo declarar, que es un momento donde la coyuntura nos invita a ser más amplios y a cambiar nuestro discurso, que hay que ser inteligentes para generar mayor consenso.
En cuanto a tu actividad social y política, vos formaste parte de un colectivo en el cual en un barrio de Córdoba dabas una escuelita de fútbol ¿Cómo fue esa experiencia?
-Hace tiempo estuve militando dentro de una organización social que se llamaba Esquina popular, tenía militancia territorial en un barrio que se llama Villa Boedo. Éramos un grupo de compañeros y compañeras que realizábamos distintas actividades, y yo estaba más abocado a la parte de la escuelita de fútbol, pasa que al ser un jugador de primera y de Córdoba, era quizás lo que más podía repercutir en los niños del barrio. Luego este espacio se disolvió, pero ahora creamos junto con otros compañeros y compañeras un nuevo espacio, la “Fundación IgualAR”.
¿Cómo surge la “Fundación IgualAR” y con qué objetivos?
-Nació con la idea de estructurar y organizar mi militancia, porque yo sentía que como recibo muchas demandas de distintos territorios, porque ya es conocido mi posicionamiento en favor de los más vulnerados, todo terminaba quedando como algo aislado. La idea es entonces que se pueda generar un lazo social más organizado, donde se pueda tener acceso a distintos barrios y sea un trabajo a largo plazo. Entonces el objetivo es acompañar los distintos procesos de los diferentes barrios, con el horizonte de la igualdad de oportunidades y actividades que apunten a esto como un ciclo de cine, una escuelita de fútbol o hacer una murga. Además de, claro, solidarizarnos y acompañar a diferentes merenderos y comedores ante la situación económica. Lo hacemos no por un fin partidario, sino justamente buscando la igualdad de oportunidades que, creemos, no la hay. Además también para romper con el discurso meritócrata.
En cuanto a la coyuntura política actual: antes de las PASO firmaste una solicitada, junto con otrxs jugadorxs de fútbol, en apoyo a la fórmula Fernández-Fernández ¿Por qué creíste importante posicionarte en ese momento?
-Eso es algo que lo hice de forma individual, porque no es casualidad la nefasta situación económica que hay en el país y me parece fundamental la elección de octubre. Entonces creí necesario dar públicamente mi opinión sobre las razones por la cual el proyecto que encabezan Alberto Fernández y Cristina Fernández puede aportar mucho más en la lucha contra la desigualdad que la Alianza Cambiemos, que ha sumido al país en la pobreza.
Es de público conocimiento tu apoyo a la causa del pueblo palestino ¿De dónde surgen tus inquietudes en ese sentido?
-La causa palestina es algo que siempre me movilizó mucho, que siempre me atrajo desde hace algunos años y me interioricé mucho con un libro de Pedro Brieguer. Encontré en el parate del mundial, que era un momento donde teníamos más vacaciones los futbolistas, la necesidad de viajar allá para realmente sentir lo que es su realidad. Lo que uno puede ver por un video o leer en una noticia no es lo mismo que se siente en el pueblo, en el territorio, y más con los testimonios de las personas que lo viven.
Para finalizar ¿Cómo es el país con el que vos soñás?
–Yo sueño con un país donde haya justicia social, en donde todos los chicos puedan crecer con las mismas oportunidades con las que crecí yo. Un país en donde no haya hambre, donde no haya exclusión, donde no haya pobreza, donde no haya desigualdad de género. La prioridad es que todos tengamos las mismas oportunidades.
Ilustración: Juan Battilana