Redacción Canal Abierto | Luego de pasado el shock y el enojo presidenciales por la derrota en las PASO, Mauricio Macri lanzó un paquete de medidas que, entre otros sectores, incluía un plan de beneficios para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
A mediados de agosto, el Presidente anunció un plan de diez años de plazo para ponerse al día a las pymes, autónomos y monotributistas, y la suspensión por 90 días corridos de los embargos para pymes que tuviesen deudas con AFIP. Que están por cumplirse.
Como respuesta, Mujeres Argentinas por las PYMES –organismo conformado por empresarias, pequeñas emprendedoras, comunicadoras y trabajadoras de la cultura- emitió un comunicado donde declara el estado de “alerta y emergencia PYME”, con 10.000 empresas en crisis y 190.000 desempleados.
“A días de cumplirse los 90 días, en esta agonía productiva, sumada la transición de gobierno, aún no se conocen cuáles son las medidas o posibles soluciones –sostienen-. Desde Mujeres Argentinas por las PYMES solicitamos se instrumente en carácter de urgencia un Plan de Moratoria Impositiva y Previsional, de acuerdo a las recomendaciones técnicas de diferentes especialistas en Derecho Tributario. Se requiere un plan de salvataje económico, nos preocupa este silencio mortal”.
En esa línea proponen que su implementación contemple la gravedad en la que se encuentran las diferentes empresas y revea el sistema para el cálculo de las cuotas.
En efecto, el plan que en breve dejará de existir, nació fallado. “Las tasas actuales rondan el 60%. Pensar en endeudarte a diez años al 60% es apostar a una Argentina desastrosa por 10 años, con una inflación por las nubes. Pero si la inflación baja esa tasa te liquida”, advirtió el economista Andrés Asiain a este medio. Y agregó que para entrar a un programa así suele ser necesario “poner un 20% de cuota inicial lo que en la situación actual de las pymes es inviable para la mayoría”.
Por su parte, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) propusieron que el Gobierno que encabezará Alberto Fernández desde diciembre impulse el uso de tarjeta de débito y otros instrumentos bancarizados como opción de pago para premiar así el comercio “formal” a través de la devolución parcial del IVA por cada compra. Además, sugirieron el retorno de los planes de financiación en cuotas con tasas de interés promocionales como el Ahora 12.
Antecedentes
En febrero, el Gobierno ya había acusado recibo de la difícil situación empresaria y anunció el aumento del mínimo no imponible para cargas patronales a salarios de 17.500 pesos. Pero, por entonces, fueron muchas las voces que se alzaron para catalogar a la medida como una aspirina para una enfermedad terminal.
“Si uno evalúa a todos los sectores de las economías regionales que están en el interior y en el interior profundo de Argentina, y que para percibir ese beneficio uno tiene que estar inscripto en el registro PYME y en el interior más del 50% de las pymes no están en ese registro, la efectividad va a ser mucho más baja que la que anunció el Presidente”, sostuvo oor entonces Leo Bielinsky, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales Para el Desarrollo Argentino (ENAC), en diálogo con Canal Abierto. Y tuvo razón.