Canal Abierto Radio | El secretario de la Comisión Provincial por la Memoria, Roberto Cipriano García, relató los padecimientos del joven que desde diciembre fue desatendido por el sistema penitenciario y de salud argentino.
«Es una situación gravísima porque ninguna institución cumplió con su función y con la Ley de Sanidad Mental, ni la policía, ni la Fiscalía, ni la Unidad Penitenciaria, ni el propio Fiscal, ni nadie».
Cristian Moreno Garzón estaba realizando un posgrado en la UBA. Una noche sufrió un brote psicótico y desde la pensión donde vivía llamaron a la Policía para que lo detenga. Nadie se dio cuenta de su estado y por tanto no intervino el servicio de emergencia en salud mental ni lo llevaron a una guardia psiquiátrica. Directamente lo alojaron en la Comisaría 2 en La Plata.
Al otro día lo citaron a declaración indagatoria por resistencia a la autoridad y amenazas. Sin un abogado defensor, el joven se negó a declarar. Recién cuando lo devolvieron a la Comisaría, y gracias a otros detenidos, se dieron cuenta que no estaba bien, y lo llevaron a la guardia psiquiátrica de Melchor Romero, donde un equipo interdisciplinario confirmó el brote psicótico y lo medicaron. “En vez de dejarlo internado, dejaron que la policía se lo lleve y lo volvieron a meter en la comisaría donde estaba” relató Cipriano.
A los dos días el juez decidió no tomarle audiencia porque Cristian “no estaba en condiciones de hablar”, y ordenó su traslado a la Unidad 34 de Melchor Romero con servicio psiquiátrico, donde lo alojaron junto a otros cuatro detenidos. Allí, el 20 de diciembre recibió la golpiza, de la que todavía no hay certezas si fueron los detenidos o el propio Servicio Penitenciario.
“Bajo custodia estatal de esa Unidad Penitenciaria, pero además bajo custodia médica que debía tener la unidad sanitaria, lo golpean de una manera muy violenta que le producen varios traumatismos de cráneo y termina internado en el hospital de Melchor Romero, en estado de coma directamente, hasta que fallece hace pocos días atrás”
La madre, que realizó distintas gestiones para venir a acompañar a su hijo, tuvo que pedir ayuda a Colombia Humana de Argentina, además de dinero a amigos y familiares de Cristian para venir a acompañarlo. Entre esas gestiones se contactó con la CPM que comenzó a acompañarla en el caso. Por intervención de ese organismo, Cristian había recibido la libertad a fines de la semana pasada.
«La desidia, la inclemencia, y la bestialidad llevó a que una persona joven muera» aseguró Cipriano al aire de Canal Abierto Radio. Desde la CPM remarcaron que «la muerte de Cristian dejan en evidencia la grave crisis de la atención de la salud mental: la criminalización y manicomialización matan. La indolencia, desidia e ilegalidad judicial también».