Por Leonardo Wexell Severo y Mariano Vázquez | La alcaldesa de Vinto, localidad ubicada en el departamento de Cochabamba, Patricia Arce fue mundialmente conocida el 6 de noviembre del año pasado cuando fue golpeada y arrastrada por las calles, obligada a caminar descalza, con su pelo cortado y pintado de rojo, amenazada con ser asesinada sino renegaba de su pertenencia al partido del presidente derrocado, Evo Morales. En esta entrevista exclusiva, la candidata al Senado por el MAS denuncia que continua siendo perseguida por el gobierno de facto de Jeanine Áñez, a quien acusa de “corrupción e irresponsabilidad en el combate de la pandemia”.
¿Como alcaldesa de Vinto, que recuerdos persisten de aquel 6 de noviembre, cuando una turba la atacó?
-Es sorprendente que ese acontecimiento que fue documentado y denunciado hasta el hartazgo, incluso por organismos internacionales, hasta ahora no haya avances. No hubo acusación formal contra los responsables, a pesar de que investigamos por cuenta propia, conseguimos los vídeos los entregamos a la Justicia. Lamentablemente, hasta el día de hoy, no obtuvimos ninguna respuesta. Lo que realmente me deja espantada es el hecho de que el Procurador del Estado, en una conferencia que tuvimos con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunció que yo cometí un autoatentado. Me indigno que haya cometido semejante barbaridad. Fueron por ese camino en vez de investigar la veracidad de los acontecimientos. Es espantoso que las autoridades se hayan comportado así, atacando a la víctima.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos inclusive pidió que fuesen adoptadas medidas de protección para su persona, ¿Estas fueron cumplimentadas?
-No fueron cumplidas de ninguna manera las medidas de protección solicitadas por la CIDH. Absolutamente ninguna. Y la Comisión no solo pidió que fuesen adoptadas, sino también prorrogadas. Pero nada.
Usted fue nuevamente atacada y su casa invadida por la policía con falsas acusaciones de violar la cuarentena. ¿La Justicia se pronunció durante este nuevo atropello?
-No, todo lo contrario. Invadieron mi casa, arrancaron a mis hijos de sus dormitorios, me expulsaron, robaron las memorias de las cámaras de seguridad, secuestraron nuestros teléfonos nos llevaron como si fuésemos delincuentes, nos fotografiaron y detuvieron. En un primer momento dijeron que estábamos bebiendo en mi casa, cosa que jamás pudieron comprobar. Hacíamos una conmemoración del cumpleaños de mi hijo más grande. Por esto nos hicieron el examen de alcoholemia, que dio cero. Ni eso consiguieron probar. Como no había alcohol, dijeron que estaba teniendo una reunión con altos funcionarios del Movimiento Al Socialismo (MAS), que tampoco pudieron demostrar. Durante estas acusaciones sin pruebas solicite a la Justicia el acceso a las cámaras de seguridad para poder ver quién entró en mi casa aquel día. También para que poder ver como ellos ingresaron en nueve autos fuertemente armados, algunos encapuchados, como si fuese una enorme operación y estuviésemos cometiendo un gran delito. Nos llevaron presos y fuimos acusados de permitir que una tercera persona ingrese a mi casa. Éramos nueve personas, la mayoría vivía en mi casa, más un amigo que fue a recoger un equipo de bioseguridad y mi chofer.
Por una acusación tan grosera, una punición tan desproporcional.
-Fueron dos noches horribles que pasamos tras las rejas. Llevaron a mi hijo menor, de 16 años a un centro de rehabilitación en donde lo mantuvieron preso junto a menores que ese día habían cometido una tentativa de asesinato. Realmente fue la peor tragedia de nuestras vidas. Ya no tenemos seguridad en nuestra propia casa. Es lamentable porque ninguna autoridad, ni nacional ni local se manifestó sobre este hecho. Al contrario, me quieren procesar por violar la cuarentena.
¿En este momento de profunda confrontación con fuerzas reaccionarias, ¿cuál es el significado de su candidatura como mujer al Senado?
–Su intención es buscar de todas las formas posibles de que yo desista de mi candidatura. Por eso, no solo sufrí con eso, también con innumerables atropellos de todo tipo para que tiremos la toalla. Pero no voy a darle el gusto a ellos. No voy permitir que otras mujeres pasen por lo que yo pasé. Es algo traumático. Realmente el dolor que consiguieron causar, el daño psicológico y emocional a mis hijos es imperdonable. Por mi parte, inicie un proceso a la policía porque cometieron actos de persecución. Será difícil, más no me voy a callar. Inclusive voy a recorrer organismos internacionales si es necesario para garantizar que se haga Justicia, en caso de que no encuentre respuesta en mi país.
¿Cómo está el proceso de elección presidencial?
–Primeramente, preciso decir que el gobierno central está utilizando la pandemia para amedrentarnos, silenciarnos, utilizando la existencia del coronavirus como mecanismo político para callar a todos los opositores. Las elecciones deberían haberse realizado em mayo, pero fueron suspendidas y transferidas para agosto. Ahora, las fuerzas políticas, junto con el órgano electoral, acordaron como nueva fecha el 6 d septiembre.
Yo veo con mucha esperanza la candidatura presidencial de Luis Arce Catacora, no solo como una respuesta a los problemas que estamos viviendo en la economía, por todo lo que ya demostró como ministro del compañero Evo Morales por el desarrollo del país, más como respuesta al drama de la salud, por las inmensas dificultades que estamos viviendo. En los primeros 70 días en cuarentena pensábamos que el gobierno central podría conseguir los equipos para nuestros hospitales ofrecer kits de bioseguridad y de combate contra la propagación de la enfermedad. Infelizmente, esos días pasaron, la cuarentena se expandió por un contagio descontrolado y estamos así. Ahora se habla de hacer un nuevo aislamiento. Para enfrentar esta situación, la mayor parte de la población ve a Luis Arce como una solución y como una salida a este problema que Bolivia está viviendo. Luis Arce es salud y desarrollo, Áñez es retroceso y muerte.
¿Qué medidas fueron tomadas por el gobierno de facto para enfrentar el COVID-19?
-Puedo hablar como alcaldesa, ya que todos los alcaldes están enfrentando el mismo dilema pero no hemos recibido ningún tipo de ayuda del gobierno central para combatir una pandemia de esta magnitud. Estamos enfrentando la pandemia con recursos propios. No hay una normativa nacional, ni siquiera una restricción. Esto se observa en que una mascarilla que puede costar cinco pesos bolivianos o 15. Las clínicas privadas están especulando y el gobierno central no dirige absolutamente nada, no tiene un plan de acción para combatir la pandemia. La realidad es que se han multiplicado los casos de corrupción, cada vez más lamentables.
En concreto, prometieron que iban a llegar 500 respiradores. Y, al parecer, los que llegaron no sirven para las Unidades de Terapia Intensiva (UTI).
–A partir de todo eso colocaron en prisión domiciliaria por corrupción al exministro da Salud, mientras que hay compañeras injustamente presas, como Patricia Hermosa, encarcelada por ser la jefa de gabinete de Evo. Vale recordar que cuando la detuvieron, Patricia estaba embarazada (lo perdió en prisión). Es lamentable como su proceso viene siendo manejado e manipulado por la Justicia. Están usando la pandemia para poder aterrorizar, amedrentar, pero también para poder detener a quienes no comparten su ideología. No hay libertad de expresión, hay personas que por el simple hecho de escribir o manifestarse en redes sociales fueron encarcelados. Es una lástima todo lo que estamos viviendo en nuestro país.
¿Específicamente para las mujeres, que han significado estos meses de Añez en el poder?
–Creo que Bolivia vive un retroceso de más de 70 años, porque no consigo comprender como una mujer estando a la cabeza del executivo puede tener tanto odio, tanto rencor. Creo que no es coherente, ni ético o moral, jugar con la salud de otra mujer, como con la vida de Patricia Hermosa, llegando al punto de hacerle perder el embarazo de su hijo. Fue presa por el simple hecho de ser a jefa de gabinete del presidente, y Evo continuará siendo nuestro presidente, porque ganamos las elecciones en octubre de 2019.
En las masacres de Senkata y Sakaba, donde mataron a 35 bolivianos, las tropas del ejército y de la policía permanecen impunes, así como los que ordenaron la acción. ¿Qué debe ocurrir para que el país retome su trayectoria democrática?
–Tenemos que ir a las urnas y elegir un gobierno democráticamente. Debe ser así. No hay otra forma, esta es la única solución. Porque hasta hoy hay personas muertas y heridas sin que nadie sea responsabilizado por eso. Hemos visto bastante corrupción y ningún detenido. Y esto continuará así si seguimos con este régimen.
Un último mensaje para la enorme comunidad boliviana en Argentina y Brasil, que votó masivamente al MAS en las últimas elecciones.
-Me gustaría hacer un llamamiento a todos los Hermanos bolivianos que se encuentran en Argentina y Brasil, y en otros países también, que es importante que vayan a las urnas, que participen del proceso electoral, porque está en juego el futuro do nuestro país. Nos costó 14 años recuperar la democracia, recuperar nuestros recursos naturales, en estos pocos meses estamos a punto de perder todo, a punto de volver a ser el país más pobre. Realmente este golpe de Estado es resultado de la lucha de clases, de la disputa ideológica, de la lucha por la propiedad del litio, pues sabemos muy bien que a Bolivia tiene la mayor reserva de esta riqueza en el mundo. Precisamos participar de las elecciones desde donde nos encontremos, somos responsables de lo que irá a suceder. Está en nuestras manos el futuro de nuestra Bolivia.