Redacción Canal Abierto | “La militancia y la presencia del movimiento de mujeres es altísimo en la Ciudad. Fue Buenos Aires la sede de las grandes movilizaciones por el Aborto, por el Ni Una Menos. Y es el doble de irritante que una ciudad que es testigo de esa movilización no sea capaz de jerarquizar las políticas públicas a desplegar en una temática que ya su propia ciudadanía marcó como urgente”.
Las palabras son de Ofelia Fernández, legisladora porteña por el Frente de Todos, quien impulsa la iniciativa de un Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad en la Ciudad de Buenos Aires. Y la ocasión fue la quinta edición de Los medios populares preguntan, que contó con la participación de distintos referentes políticos y sociales desde el comienzo de la cuarentena.
Este martes fue Fernández la encargada de detallar las motivaciones de su propuesta y dar cuenta de su trabajo desde una banca de la oposición en franca minoría frente al oficialismo de Juntos por el Cambio.
A través del formato de entrevista colectiva -transmitida por Barricada TV y moderada por Natalia Vinelli, periodista y subdirectora de Proyectos Especiales de la Dirección Nacional de Fomento y Desarrollo del ENACOM-, comunicadoras de Radio Sur, Radio Gráfica, FM La Tribu, el portal Notas, Canal Abierto y la propia Barricada TV fueron las encargadas de llevar adelante una hora de charla donde la más joven legisladora de la historia de la Ciudad repasó la agenda feminista, popular y política en tiempos de pandemia.
¿Por qué un Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad?
- “Las dependencias de la agenda de diversidad y mujer en la ciudad son diferentes y distintos los Ministerios que las condensan, entonces no se pueden mirar desde una perspectiva integral. La Dirección General de la Mujer tiene esa categoría y muy pocas trabajadoras. Una de las pocas herramientas con las que se cuenta, la línea 144, tiene a sus trabajadoras precarizadas. Su presupuesto viene cayendo año tras año. Por el contrario, el avance del movimiento feminista no está permitiendo mejores condiciones para que dispongan más dinero a la resolución de esos problemas”.
- “La existencia de un Ministerio no resuelve estos problemas, pero es el paso importante a dar para empezar a resolverlas. El Ministerio lo que asigna es otra relevancia a una agenda a la que le van a tener que imprimir programa. Y ordenar y jerarquizar esas políticas nos va a permitir tener una interlocución más clara”.
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“¿Por qué siempre se coloca la agenda feminista en el lugar de lo menos importante? Incluso con la corrección política (del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta), a la hora de que nosotras reclamamos que ese lugar se jerarquice y tenga una política, parece que no hay tiempo, parece que no hay plata, parece que no hay nada. Lo que no hay es voluntad política para resolver los problemas que vivimos las mujeres en la Ciudad de Buenos Aires”.
- “La propuesta del Ministerio tiene que ver con que la asignación presupuestaria necesariamente tenga que ser mayor y que además tenga autonomía. Esperamos que genere un mejor escenario para que la asignación presupuestaria sea más acorde al nivel de problema”.
Problemáticas de género en pandemia
- “La situación de violencia se agudizó, y se desmintió esa idea de que el hogar es el lugar seguro de las mujeres. En los medios masivos siempre el caso que se muestra es de la mujer que habita el espacio público y es interrumpida. El esquema de violencia es de un tipo que se muestra loco o enfermo y una mujer que habitaba el espacio público con mucha libertad. La pandemia lo que hizo es desmentir que esa es la única forma de violencia y mostrar que, de hecho, es la minoritaria. La mayoría de las mujeres mueren en sus propias casas, son golpeadas en sus propias casas por miembros de sus propias familias”.
- “Otra cosa que nos deja la pandemia es poder hablar de que las tareas esenciales son profundamente feminizadas sin o con muy poca retribución económica. Hablo de las enfermeras, de las cajeras de supermercado, de las cuidadoras comunitarias de los barrios populares que lo hacen por convicción y por amor al barrio pero que cumplen un trabajo indispensable que tiene que ser reconocido económicamente. Y hablo de las mujeres a lo largo y ancho de todo el país que en el momento en que hubo que encerrarse en sus casas se ocuparon de sostener ese hogar y sostener esa familia. Eso que llamamos las tareas de cuidado, que llaman amor, y es trabajo no pago”.
La ciudad desigual
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“Hubo políticas de administración de la crisis sanitaria vinculadas a las necesidades de los sectores medios y medios altos, pero a la hora de pensar la situación de los barrios populares hubo mucha demora. Al día de hoy seguimos sin contar con algunas herramientas. Para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) solo una parte de la población es netamente porteña. La realidad de las mujeres está atravesada por esa misma desigualdad”.
- “En los barrios populares el Estado no intervino para reducir daños, para proveer insumos básicos, ni para que el tratamiento de los casos en los hospitales sea en condiciones dignas, así como tampoco hubo una intención programada del GCBA para generar las condiciones sanitarias para comedores populares”.
- “Presupuesto no falta en la Ciudad de Buenos Aires. Estamos en una emergencia, pero la distribución de ese presupuesto no está tan adecuado al nivel de necesidades. Hay muchas obras que se siguen llevando adelante en el contexto de cuarentena y que son innecesarias, pero que son necesarias para quien tiene una óptica en la cual la Ciudad es territorio para hacer negocios inmobiliarios y no para una sociedad a la que hay que organizar y garantizarle un piso de derechos”.
Ley Micaela
- “Imaginamos que muchos legisladores que no tienen cercanía con esa agenda adquirieron contenidos. Pero todavía es algo a lo que tenemos que ir encontrándole la vuelta, porque me di cuenta de que no es tan importante hacerla prestándole atención para poder pasarla. A nivel nacional, un buen ejemplo es que el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad es el que se pone al hombro la construcción e implementación de la Ley. Espero que tenga el mismo efecto en la ciudad”.
Organizaciones sociales y gobierno porteño:
- “La articulación funciona mal. A los sectores que viven las políticas no se los convoca, no se los escucha. Y uno puede ver en las decisiones que se toman que se nota la falta de territorialidad. En la 31 fue muy claro: las organizaciones venían diciendo en febrero que la falta de suministro de agua se había vuelto un problema muy rotundo. Y que tenía que ver con las obras de urbanización, que venían a mejorar las condiciones y las habían empeorado. Y nunca se intervino para garantizar ese suministro”.
Reforma judicial con perspectiva de género:
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“Lo que sorprende es la reticencia automática a pensar una transformación de la Justicia de las mismas personas que están todo el tiempo diciendo que la Justicia funciona mal. Hay un enfoque que no se ve en la agenda pública y que es la necesidad de hacer una justicia más cercana, una justicia feminista. Es una semana para planteárselo después de lo que pasó en C5N entre la periodista Luli Trujillo y el fiscal (Santiago) Terán, que es el espejo claro de una Justicia que no tiene perspectiva de género, ni le interesa tenerla y hasta es capaz de inventarse que su perspectiva de género es la correcta y las que estamos equivocadas somos nosotras. No tenemos una Justicia que intente prevenir los hechos de violencia. En el mejor de los casos los condena, y en muchos casos ni siquiera. Cuando hablamos de un feminismo antipunitivista, hablamos de una Justicia que prevea. No queremos que metan preso al chabón que mata a la mujer, queremos que no la mate, queremos llegar antes”.
Políticas públicas del gobierno nacional:
- “No imaginaba que iba a ser éste el contexto para desplegar el programa, esa palabra empeñada en 2019. En rasgos generales, creo que el trabajo que se llevó adelante es muy digno. La dicotomía entre la economía y la salud que hicieron desde el lobby del sistema es una trampa que el Gobierno sorteó con bastante altura. Se trata de cuidar la salud y también la economía, el tema es la economía de quién. No elegir la economía, para ese emisor que aparece en los medios, es no proteger las ganancias exorbitantes del 1%”.
- “El balance para mí es muy positivo pero creo que como generación tenemos el desafío de apuntalar para que esas transformaciones sean mayores y un gobierno popular sea lo más popular posible. La mirada está puesta en ese objetivo y tenemos siempre que ocuparnos de que el chillido de una derecha tan mediocre como la nuestra no termine por opacar nuestro grito por una Argentina más justa, más libre y más igualitaria. Me siento muy contenida y muy a salvo, pero todavía tenemos una larga batalla contra el neoliberalismo como dispositivo cultural”.
Aborto legal, seguro y gratuito:
- “Mi única preocupación es que en un momento así la capacidad de lobby de los sectores conservadores sea mayor en un contexto como éste, porque nosotras no hacemos lobby, hacemos calle. Pero después me quedo pensando que sin guita, sin redes, sin estructura hemos montado una campaña nacional enorme, masiva, intergeneracional, claramente emocionante que fue capaz de llevar un millón de pibas a la calle en las votaciones del Congreso. Algo se nos va a ocurrir. Vamos a presionar para que tengamos aborto legal en todo el país lo más pronto posible”.
Foto: El País Uruguay