Canal Abierto Radio | En cuanto se anunció el adicional del 35 por ciento como retención de impuesto a las ganancias para los ahorristas que pueden comprar los 200 dólares mensuales, se activaron las alarmas. Pero los motivos no son azarosos, sino que se relacionan directamente con la crisis económica que dejó el gobierno de Mauricio Macri.
“Si bien la renegociación de la deuda ha sido un éxito en términos cuantitativos, como Argentina no genera dólares propios lamentablemente es víctima de lo que se denomina en economía ciclos de stop and go, de parada y arranque, en función de la cantidad de dólares que se dispongan de la economía”, explicó Alejandro López Mieres, economista del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, quien desde 2018 viene alertando a Canal Abierto Radio las consecuencias del endeudamiento.
“En los medios de comunicación agitan el parche más allá de las posturas golpistas en política, también ahora se generan condiciones de un golpe de mercado como para hacer ruido con este tema, queriendo inducir una devaluación del dólar oficial”, agregó.
El objetivo principal de las medidas anunciadas es frenar la pérdida de reservas del Banco Central. Por eso impuso restricciones a la compra de los dólares-ahorro, que entre julio y agosto compraron más de 9 millones de personas. “Los medios enfocan la discusión en estos 200 dólares pero el tema es mucho más complejo”, explicó el economista.
Y remarcó: “El gobierno de Macri no solamente dejó un gigantesco endeudamiento por 100 mil millones de dólares sino que además le entregó muy pocos dólares de libre disponibilidad al BCRA. En el balance cambiario de enero a julio las pérdidas no se dieron por estos pequeños ahorristas, sino que entre intereses y capital de deuda pública privada y de provincia se fueron 9 mil millones de dólares: prácticamente las reservas netas que el gobierno de Macri le entregó a Alberto”.
A esto se le sumó que en el transcurso del final del anterior gobierno, los empresarios y exportadores, anticipándose a las medidas de protección de esas divisas, adelantaron sus exportaciones, pese a que las liquidaciones fueran menores, para prevenir un eventual aumento en las retenciones. Mientras tanto, los importadores también aceleraron los pagos de sus deudas flotantes.
“Hay una presión muy grande del establishment y mediática no solamente para que el gobierno devalúe el dólar oficial sino para que los unifique a los dólares, pero esto, como cada devaluación, significa caída del salario, del consumo, recesión. Y nosotros venimos de dos años de recesión, un 50% de la capacidad instalada de las empresas y sobre esto la pandemia, por eso lo que se necesita y a lo que apunta el gobierno es a un rebote de la economía”, indicó López Mieres,
“En un contexto en el cual no tenemos reservas, se desangran no solo por atesoramiento sino también por el pago de intereses de capital de deuda, lo que estamos viendo es un esfuerzo precisamente por no devaluar, no mover el dólar oficial, del cual se rigen los servicios y los alimentos fundamentalmente”, finalizó.
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