Redacción Canal Abierto | El historiador Ezequiel Adamovsky publicó su último libro Historia de la Argentina. De la conquista española a la actualidad. El título plantea una propuesta ambiciosa que se supondría extensa. Sin embargo, tamaño objetivo se cumple en menos de 400 páginas.
En diálogo con Canal Abierto, Adamovsky resaltó que, a diferencia de la mayoría de los libros dedicados a la historia argentina, en éste se destacan otras perspectivas más allá de las versiones de las elites, se busca abordar los diferentes períodos desde otras perspectivas. “Quienes lean el libro van a ver una historia en la cual además del protagonismo de los sectores de elite, de las clases altas, los políticos e intelectuales, van a encontrar mucho sobre el protagonismo de las clases populares, que es algo que a mí me interesa resaltar”, destacó el autor.
Y añadió que “también tiene una mirada de género, todos los períodos están analizados desde ese punto de vista también: como las diferencias sociales también se enlazaron con diferencias entre varones y mujeres. También hay un interés en la cuestión de las diferencias étnico raciales entre argentinos y argentinas. Es decir, como ha influido en nuestra historia, en nuestra vida política y en nuestra cultura las diferencias de origen étnico o el color de piel. Estos no era temas presentes en las versiones escolares. Ni siquiera en los libros de historia general que circulaban hasta hace poco tiempo. Lo mismo pasa con la dimensión ecológica. Como fue cambiando el modo en el que nos vinculamos con el medio ambiente. Eso es algo que lo vincula con la actualidad en el que es un problema cada vez más acuciante y me parecía que era importante que estuviera esa discusión. La idea es traer todos los temas, aquellos más conocidos y aquellos que han sido omitidos durante mucho tiempo”.
Otro aspecto distintivo del libro, es que Adamovky evade el lugar común según el cual “los argentinos venimos de los barcos” e indaga sobre la diversidad étnica de nuestro país, bastante diferente de las historias monocromáticas planteadas hasta ahora. Al respecto planteó que “ese es uno de los temas que más me interesa como historiador. No sólo porque es una visión, sino porque es realmente imprescindible para entender las dinámicas políticas y culturales de nuestro país. Somos un caso muy particular, somos uno de los únicos países de la región que eligió imaginarse a sí mismo como un país blanco, de europeos, sin mezcla. Casi todos los demás países de Latinoamérica eligieron imaginarse como países mestizos. Argentina eligió esta narrativa dominante y eso trajo toda una serie de dificultades de imaginarnos como nación y procesar las tensiones y diferencias sociales que hay entre nosotros y nosotras porque es una narrativa que no se adecua a nuestra realidad que ha sido siempre multiétnica, de muchos colores”.
“Además, la presencia de los pueblos originarios y de los afroargentinos que están muy atendidos y tienen mucha presencia en el libro, está la cuestión de la mezcla. Más allá de los grupos minoritarios está el hecho de que buena parte de nuestra población no es blanca, es marrón. No tiene descendencia de un grupo étnico particular, sino que lo europeo está mezclado con lo nativo y con lo africano. Así que me parece que una de las claves para entender las tensiones que tuvo nuestro recorrido histórico es pensar un poco en las dificultades que hemos tenido para pensarnos como un nosotros nacional argentino, procesando o dando cabida a las diferencias étnicas que son indudables y son cada vez más evidentes”, sostuvo.
Y afirmó que “las elites argentinas postularon la idea de que éramos una especie de isla europea en un territorio latino, mestizo y moreno. Esa idea nos trajo muchos problemas, porque es bastante colonial. Nos presenta como una especie de destacamento colonial en un territorio ajeno, hostil. Eso, por supuesto, tiene consecuencias políticas indudables”.
Con Historia de la Argentina Adamovsky abarca por primera vez una temática tan amplia. Especializado en el siglo XX, su obra aborda cuestiones puntuales como la clase media, las clases populares o el peronismo. “Mi especialidad es el siglo XX. Para todo lo anterior tuve que ponerme a leer y estudiar de nuevo como cuando era estudiante. Algo que tengo a favor es que siempre me interesó la divulgación. Hace tiempo que escribo para público amplio. Me gusta y creo entender como contar una historia compleja destilando los ejes principales, las cuestiones más importantes, quitando la hojarasca del medio. Solamente la escritura llevó dos años de trabajo, fue algo muy laborioso. Pero lo pude hacer teniendo en claro que quería contar una historia con un eje narrativo. No sumar información a lo loco, sino que tuviera un hilo narrativo que se pudiera seguir como una historia. Eso facilita un poco a la hora de decidir que queda dentro y que queda afuera”, concluyó.
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(Buenos Aires, 1971) Recibió los títulos de doctor en Historia por University College London (UCL) y de licenciado en Historia por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y ha sido investigador invitado en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) en Francia. Se desempeña como profesor de la Universidad Nacional de San Martín y de la UBA. Es autor de los libros Euro-Orientalism (2006); Historia de la clase media argentina (2009); La marchita, el escudo y el bombo (junto con Esteban Buch, 2016); El gaucho indómito (2019), entre otros. Su trabajo fue distinguido en 2009 con el James Alexander Robertson Memorial Prize, en 2013 con el Premio Nacional (1° premio categoría Historia), en 2016 con el Premio Houssay y en 2020 con el Premio Iberoamericano Book Award.[/mks_toggle]