Redacción Canal Abierto | Desde el domingo 24 de enero, cada día, los guardavidas del Partido de Mar Chiquita se movilizan para reclamar por una recomposición salarial acorde a la inflación, tras dos años sin aumentos. Pero el deterioro en su poder adquisitivo tiene un agravante: desde el año pasado, el Municipio incorporó un cargo en los impuestos locales para un “fondo de seguridad de playa” de $200 que no se destinó a ningún aspecto de la seguridad costera, cuyo presupuesto se mantuvo congelado en $37 millones, al igual que en 2019.
“En 2021, el fondo de seguridad de playa aumentó un 50%, es decir que pasó a ser de $300, y sin embargo el presupuesto se redujo a $25 millones, un 32%. Mientras, nosotros estamos sin recomposición salarial en dos años, con una pérdida del 70% del salario. Tampoco hubo mejoras en el operativo», explica Amalia Soroeta, integrante de la Comisión Directiva de la Unión Guardavidas Agremiados Mar Chiquita (UGAM), que impulsa la protesta.
Se trata de 84 guardavidas municipales distribuidos en 21 casillas a lo largo de la costa de todo el partido de Mar Chiquita, que comienza en el Balneario Mar Chiquita, pasa por Mar de Cobo, La Caleta, Camet Norte, Santa Clara del Mar, Santa Elena y llega a Playa Dorada.
Según lo establecen la Ley Nacional 27.155, promulgada en julio de 2015, y la Ley bonaerense 14.798, vigente desde noviembre del mismo año, debe haber un guardavidas cada 80 metros de playa, de a dos por casilla, y deben trabajar un mínimo de 150 días al año, que generalmente van desde noviembre a abril.
“El guardavida trabaja seis días semanales, pero nosotros siempre trabajamos el franco para incrementar un poco el salario porque trabajamos cinco meses. El Municipio nos quitó esa posibilidad e incorporó 30 franqueros precarizados que no tienen contratación fija. Con eso nos redujo el salario un 25%, más los dos años sin paritarias nuestro poder adquisitivo se achicó un 70%. Hoy no llegamos ni a $40.000”, detalla Soroeta.
La situación es todavía peor para los 20 guardavidas que trabajan en los balnearios privados, muchos de los cuales también están agremiados. Allí, el operativo arranca en diciembre y en febrero ya comienzan a sufrir despidos.
Un recorte recurrente
Desde la UGAM, que se formó en 2012 y hoy cuenta con más del 80% de las y los guardavidas afiliados, recuerdan que ésta no es la primera embestida del intendente Jorge Paredi contra el gremio. El jefe comunal ejerció tres mandatos –de 2003 a 2015- y en 2006 despidió a 30 guardavidas. Este 2021, además de la reducción del presupuesto playero y el ajuste de los francos, intentó restringir el servicio de guardavidas de 13 a 17. Actualmente, el servicio se brinda de 8 a 20, en dos turnos.
Las movilizaciones comenzaron cuando se agotaron las instancias de diálogo. “Las veces que hemos tenido reuniones siempre fueron para dilatar. No hay soluciones efectivas. No queremos bonos, queremos una recomposición salarial del sueldo básico acorde a la inflación y que también garanticen los 150 de trabajo para los guardavidas de los balnearios, como establece la ley –afirma la dirigente-. Ayer fue el octavo día que salimos a movilizar. También estuvimos haciendo una convocatoria para que se nos unan los vecinos porque es algo que no solamente nos implica a los guardavidas, ya que a todos les cobran el impuesto municipal. La mayoría de nosotros también somos vecinos y todo el mundo nos conoce. Saben que es una lucha genuina, por eso el apoyo fue muy bueno”.
Hoy, el secretario adjunto de UGAM, Rodolfo Gianella, mantendrá una reunión con el secretario de Turismo Ambiente y Planeamiento de Mar Chiquita, Marcelo Artime, donde esperan obtener respuestas y soluciones. De no ocurrir, los guardavidas resolvieron en asamblea continuar con medidas de fuerza.