Redacción Canal Abierto | La comunidad del Bachillerato Popular de gestión estatal Alberto Chejolán para jóvenes y adultos, en el barrio Padre Carlos Mugica de Retiro viene denunciando desde hace meses la falta de un edificio en condiciones para poder organizar la vuelta a la presencialidad el 8 de marzo, tal como está previsto en el calendario oficial.
El espacio no cuenta con posibilidades de garantizar distanciamiento ni ventilación adecuada, las paredes tienen hongos producto de la humedad, el techo esta sin terminar y cuenta con un solo baño -que no funciona correctamente- para 50 estudiantes.
Ante la falta de respuesta a los reiterados reclamos que hicieron tanto al Jefe de Gobierno de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta como a la Ministra de Educación Soledad Acuña, al Director General de Educación de Gestión Estatal Fabián Capponi y a la Directora del Área de Jóvenes y Adultos Jacquelina Cichero, iniciaron en los últimos días una serie de acciones en el marco de una campaña de visibilización de las problemáticas. Este jueves 18 de febrero realizaran una clase pública en la puerta del lugar, desde las 16 horas.
Ante la consulta de Canal Abierto, el educador Ariel Rapp explica: “No tenemos la posibilidad de regresar al lugar en el que estamos funcionando porque no se puede habilitar. Estamos reclamando al Ministerio, que está enfrente, y que en todo el año pasado no se hizo cargo presupuestariamente de nada, ni de la continuidad educativa de los estudiantes, que por lo menos nos dé un lugar provisorio, sabiendo todas las posibilidades que tienen de garantizarnos eso”.
“Venimos de todo el año pasado tratando de establecer un diálogo, intentando que nos reciban en el ministerio, no tuvimos ninguna respuesta en cuanto a poder sostener la virtualidad, conectividad, viandas y cuestiones edilicias que venimos reclamando desde el año pasado porque sabíamos que no íbamos a poder volver a ese lugar en estas condiciones. Esperamos que nos reciba alguien para que nos den un espacio provisorio que nos permita cumplir con los protocolos necesarios para la vuelta presencial”, completa.
El “Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultos Alberto Chejolan, Huellas del Barrio 31”, es impulsado por la organización Somos Fuego desde el 2012 y se encuentra nucleado en la CTA Autónoma de Capital Federal. En 2015 fue reconocido por la Ciudad de Buenos Aires, que lo convirtió en la Unidad de Gestión Educativa Experimental N°20, y lo incluyó en la página del gobierno porteño como una de sus opciones educativas. Desde entonces, entrega títulos oficiales a los graduados. Sin embargo, no recibe ningún tipo de recursos ni financiamiento.
“El bachillerato nació en 2012, en el mismo lugar en el que estamos ahora, y a partir de la CTA-A pudimos llevarlo adelante. En 2015 logramos el reconocimiento del Estado pero no estamos reconocidos los docentes como trabajadores, no nos están pagando un salario, ni está reconocido el presupuesto para sostener la escuela, por eso el deterioro del edificio, ni hay presupuesto para un cuerpo de secretarios y directivos, una planta orgánica funcional, para trámites burocráticos, la emisión de títulos, nada financia el Estado, que lo debería hacer como en cualquier escuela de la órbita de la gestión estatal, esta es la realidad de muchísimos bachilleratos en la capital”, cuenta el docente.
“Lo sostenemos a través de autogestión, asambleas, es un espacio democrático que trata de incluir a todas las personas que quieran volver a estudiar y terminar la secundaria, y hoy en día estamos en una situación muy crítica. Desde 2015 hasta hoy el gobierno se negó sistemáticamente a otorgarnos presupuesto para poder funcionar y ni siquiera nos reciben, durante el año pasado no nos entregaron ni un bolsón, ni una tarjeta para conectividad, nada”, lamenta.
Las fotos del estado actual de la escuela
Alberto Chejolan fue un militante del Movimiento Villero Peronista, miembro del Centro Vecinal del barrio Güemes de la Villa 31, asesinado por la policía de López Rega el 25 de marzo de 1974.
El Chejolan/CTA-A esta en el histórico Barrio Güemes, uno de los sectores fundacionales de la ex Villa 31, lindero con la terminal de micros. La nueva sede central del Ministerio de Educación de la Ciudad se instaló a fines del 2019 en ese mismo lugar, justo enfrente del bachillerato popular.
“Eso es lo que nos da un poco de bronca, ellos tienen un edificio gigante, con una infraestructura acorde, y no nos brindan ningún tipo de espacio. Necesitamos que el ministerio habilite el diálogo, que lo tiene cerrado desde antes del inicio de la pandemia, pero con todo esto se agravó mucho más porque se corrieron de las responsabilidades que tenían”, concluye el profe Ariel Rapp.
La comunidad del bachi, estudiantes, familias, educadores, vecinos y las organizaciones sociales territoriales articularon en los últimos meses los reclamos por las viandas y motorizan desde hace varias semanas el pedido de un espacio adecuado para el retorno a la presencialidad.
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