Canal Abierto Radio | Luego de un año de espera por la pandemia, la rama femenina de la masonería votó a principios de este mes la Lista “Julia Resnicoff, por más sororidad federal”, encabezada por la mendocina María Elena Castillo.
“Si uno se pone a estudiar los documentos que dan origen a la Gran Logia de Inglaterra, allí existían mujeres”, cuenta la hoy «Serenísima Gran Maestra», aunque agrega que cuando se termina de conformar, “se veda el derecho de ingreso a la mujer, algo que seguramente tuvo que ver con la existencia de preceptos de negarle la participación a las féminas en distintos órdenes”.
Sobre esta decisión tomada hace siglos, Castillo opina: “fue arbitraria, discriminativa, carente de fundamentos, y varias mujeres entablaron una lucha cuestionando el por qué no se permitía el ingreso”. En un principio hubo “logias de adopción” bajo la dirección de hombres, hasta que esa modalidad quedó obsoleta. Ya desde 1782 hay registros de mujeres que lucharon por iniciarse en Europa hasta el surgimiento de la «obediencia mazónica femenina» en 1880.
“La Masonería es una institución discreta que guarda sus enseñanzas para quienes estén interesados. El requisito es ser un sujeto iniciable, que se quiera conocer a sí misma, que se quiera cuestionar todas las cosas, ideas, posturas, posiciones, y que se convierta en un sujeto con opinión libre”
Si bien hubo masonas a lo largo de la historia y en todo el mundo, en Argentina la conformación es más reciente. En la actualidad, las integrantes de la logia participan de todos los espacios políticos, sociales y cívicos.
Cada tres años, las integrantes votan una opción de las listas que se presentan, con las propuestas para la institución “puertas adentro y de cara a la sociedad” . En circunstancias normales, el comicio se realiza por carta y con 15 días para el interior de país y luego en CABA a través de la Asamblea. Este año se realizó todo de manera epistolar.
Sus miembros y miembras trabajan con ritos y símbolos antiguos, pertenecientes a filosofías antiguas “que siempre tuvieron esta modalidad de transmisión directa”.
“Los principios masónicos se puede ver en las obras de sus miembros, en la forma de actuar y en la capacidad de ser tolerantes, trabajar por los Derechos Humanos, conformar una sociedad más justa, equitativa, fraterna. Simplemente tiene por finalidad el hecho de que es un acto personal y voluntario en el cual la persona participa de un conjunto de enseñanzas que se transmiten y que tienen por objeto permitir la reflexión para que puedan cuestionarse situaciones y tener sus propias respuestas”