Por Diego Leonoff | La relación entre el Gobierno y sectores concentrados del campo atraviesa una tensa calma. Y es que tras las restricciones a las exportaciones de carne y su posterior apertura mediante cupos, una de las patas de la Mesa de Enlace hoy mira con desconfianza los lineamientos del plan impulsado por el Gobierno para elevar la producción a 5 millones de toneladas.
A grandes rasgos, se propone la creación de una serie de herramientas de financiamiento, beneficios fiscales, capacitación, ordenamiento comercial y sanitario, y acceso a nuevos mercados que incentiven una mayor producción vacuna. Así, el Ejecutivo busca sostener una cuota mínima de cortes populares en el mercado local, algo que ayudaría a desacelerar el proceso inflacionario en pleno año electoral. La tarea parece difícil, en particular sí la estrategia apunta a consensuar políticas con actores históricamente esquivos a cualquier intervención estatal de la actividad.
En concreto, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) ya anunció en abandono de la mesa de trabajo que hoy encabezan el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el titular de la cartera de Agricultura, Luis Basterra. Aunque aún no lo haya hecho público, la acompañaría la Sociedad Rural Argentina (SRA). Entre otras cosas, ponen como condición para el diálogo la liberación de las exportaciones para la actividad, incluso aunque esto represente un incremento de los precios en las góndolas locales.
Distinta es la posición de Coninagro, una entidad también crítica con cualquier medida estatal restrictiva pero en el último tiempo bien predispuesta al diálogo con funcionarios del Frente de Todos.
Aunque actor de menor peso en la actividad, quien intenta ganarse un lugar en la discusión es la Mesa de Frigoríficos Recuperados. Se trata de 14 frigoríficos y mataderos cooperativos que emplean a más de 1500 trabajadores y faenan el 7% de los animales en Argentina.
En esta entrevista con Canal Abierto, el presidente de la Cooperativa Frigocarne de Máximo Paz (Cañuelas, provincia de Buenos Aires) Miguel Saavedra apunta contra los intermediarios que “no agregan valor, sólo encarecen el precio” y señala a la Mesa de Enlace como responsable del estancamiento del stock ganadero: “están jugando políticamente o partidariamente”. Además, la historia de la recuperada y las propuestas para que el “compañero que labura toda la semana pueda hacerse un asado cuando llega el fin de semana”.
– ¿Cuál es el principal factor que vuelve cara la carne para los argentinos?
Faltan vacas. Hace 40 años que tenemos el mismo stock ganadero: entre 52 y 58 millones de cabezas de ganado.
De hecho, hoy la Cooperativa Frigocarne de Máximo Paz está en condiciones de faenar mil animales por día, 20 mil al mes. Hoy estamos en un 40 o 50%.
El problema es que hay sectores del campo que entendieron que la vaca tardaba mucho en dar rentabilidad y por eso se dedicaron al cultivo de cereales o soja.
– ¿Qué actores hay en el sector y quién se lleva la mejor tajada?
En el principio de la cadena está el productor que hace la cría. Después el ternero va a otro lugar para la recría hasta alcanzar aproximadamente los 180 kilogramos, y de ahí se lo manda a feedlot para en 90 días doblarle el kilaje. Recién entonces llega al frigorífico.
Pero lo cierto es que entre la cría y la venta al público hay varios actores: el productor, el consignatario, el frigorífico, el matarife y el carnicero. Ahora hay más actores que antes en la cadena, y eso encarece el precio de la carne. El kilo de un animal en pie que entra al Mercado de Liniers o a una feria de remate está en 230 o 240 pesos, en la ganchera (frigorífico) vale 440 y en la carnicería llega a 840 u 870 pesos. En el proceso, el consignatario y el matarife no agregan valor, sólo encarecen el precio.
– ¿Por qué existen esos intermediario que no agregan ningún valor?
El productor que está laburando todo el día en el campo a veces no tiene el tiempo o el flete para ir a vender. Ahí se mete el consignatario, que en definitiva es quien sale a vencer la hacienda por una comisión. Y los matarifes -que surgen en 1974, porque antes no existían- tomaron el lugar que antes ocupaban los frigoríficos de vender la media res a las carnicerías.
Una de las propuestas que le llevamos al gobierno es encontrar la forma de quitar o reducir esos intermediarios. El caso del consignatario es más difícil, pero no con los matarifes. Con ayuda del Estado, los frigoríficos podemos eliminar ese rol y lograr que el precio que llega al consumidor sea más bajo.
– ¿Cómo está conformado el sector de los frigoríficos?
Si bien el de la exportación sí lo está, el mercado de la carne no está tan concentrado: hay alrededor de 480 frigoríficos.
El año pasado las 14 plantas que integran la Mesa de Frigoríficos Recuperados faenamos 776 mil animales, el 7% del volumen total. Pero estamos trabajando a la mitad de nuestra capacidad, a pleno podríamos estar faenando dos millones.
– ¿Hay un conflicto entre la exportación y el consumo local?
Es verdad que es importante la generación de divisas y los puestos de trabajo que genera ese sector, pero tenemos que asegurar que nuestro pueblo siga comiendo carne vacuna.
La clave es producir más vacas para exportar más, no aumentar las ventas al exterior con los mismos niveles de producción.
– ¿Por qué no se logra incrementar el stock ganadero?
Es una decisión de la Mesa de Enlace. Ellos deciden qué alimentos se producen en Argentina. Ese campo está jugando políticamente o partidariamente, están en contra de un Gobierno popular que no pueden controlar.
No quieren que siga este Gobierno e incentivan el descontento del compañero que labura toda la semana y quiere hacerse un asado cuando llega el fin de semana.
– ¿Qué opinan de las últimas medidas del Gobierno?
Estamos de acuerdo en que haya más pequeños y medianos productores, en ayudarlos a que críen más vacas. Están dadas todas las condiciones, no es que sea difícil o costoso.
Lo que no compartimos es que los grandes exportadores y supermercados como Coto, Carrefour o WalMart controlen la comercialización y los precios de lo que comemos los argentinos.
Hay que abrir mercados populares, como el Mercado Central, pero de las más de 400 recuperadas que hay hoy en el sector. Como Mesa de Frigoríficos Recuperados hoy podemos bajar entre 100 y 200 pesos el precio de todos los cortes de carne.
– ¿Cómo surgió la Cooperativa Frigocarne?
Como muchas recuperadas, nacimos de una quiebra, la del Grupo Pitman en el año 2004. En aquel momento, cuando vimos el proceso de vaciamiento que se venía y el riesgo de perder la fuente laboral de los 120 trabajadores, decidimos en asamblea tomar la empresa, recuperarla y ponerla en funcionamiento.
Después de trámites y largas gestiones burocráticas, el 25 de junio de 2007 volvimos a poner en marcha el frigorífico. No conocíamos todo el proceso de producción como lo conocemos hoy en día. Imaginate el conocimiento que fuimos sumando que en un principio tardábamos 10 horas en hacer 140 animales y ahora hacemos alrededor de 120 por hora.
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