Canal Abierto Radio | Este domingo se anunció el triunfo de Elisa Loncón, una lingüista mapuche y feminista, como presidenta de la Asamblea Constituyente de Chile. Su discurso a favor de la diversidad, el ambiente y los pueblos originarios es el inicio del fin de la herencia de neoliberalismo y represión, implantados desde 1980 con la dictadura de Pinochet.
Para el periodista Gabriel Pinto Montero, esto “marca el derrumbe de una historia de sometimiento, que es algo súper significativo y por lo tanto hay que tomarlo como un simbolismo importante. Asimismo es la primera gran demostración de que la derecha no tiene ningún tipo de influencia sobre la redacción de la nueva Carta Magna”.
“Dentro de su discurso Elisa Loncón nombró conceptos bastante importantes: habló de la devolución de la dignidad al pueblo, de la conformación de un Estado Plurinacional, que solamente son Chile y Uruguay los países que no reconocen a los pueblos originarios y a otras naciones dentro de un Estado. También un fuerte posicionamiento con respecto a la mujer. Además, todo lo que se refiere a las regiones a la descentralización del país”, agregó Pinto Montero.
Por los acuerdos dentro de la Asamblea, la presidenta sería Elisa Loncón o Isabel Godoy, del pueblo colla. El periodista también remarcó: “Hay pueblos originarios de Chile que sienten que el pueblo mapuche los trata como hermanos menores. Aún así, predominan en este órgano representantes independientes, y sectores que están muy inmiscuidos en la lucha”.
Durante algunas semanas los medios chilenos y los sectores de derecha intentaron ensuciar la figura de Loncón, difundiendo una supuesta foto con Augusto Pinochet, pero nadie llegó a creer esa mentira. “El desafío más grande será, una vez que comience a redactarse o cuando culmine el proceso, luchar contra esos poderes económicos y que la Constitución no se transforme en una letra muerta, ya que estos sectores no van a ceder el poder fácilmente”, sostuvo el periodista.
Finalmente, Pinto Montero remarcó: “es el inicio de una transformación, de un proceso que va a marcar el destierro de todas estas viejas estructuras que estaban hasta el momento de guiando los destinos del país, y absolutamente reforzados por la Constitución de 1980 que redactó la dictadura de Pinochet”.