Por Hernán López Echagüe | Después de haber leído este estrafalario manual de punta a punta, es decir, de cabo a rabo, o, mejor dicho, con suma atención, regístrese, comuníquese y archívese lo siguiente: no se trata de un simple o inocente libelo o folleto de setenta y ocho páginas destinado a los docentes con el propósito de instaurar la delación como acto patriótico y el manejo y la administración de una enseñanza alienante. De modo alguno. Es además una auténtica confesión del entumecimiento de la razón y del alunado sentido común de los militares y los tantos civiles y dirigentes políticos que tomaron el poder en marzo de 1976. Por esas setenta y ocho páginas deambula un terror abismal hacia todo tipo de discernimiento. Deambula el misterio de la cultura y de la educación.
Procaz en todo aspecto. Ignorante, violento. Extraordinariamente oscurantista. El título: “Subversión en el ámbito educativo (Conozcamos a nuestro enemigo)”. Es un librito del Ministerio de Cultura y Educación, impreso en los talleres gráficos de ese ministerio en 1977 a partir de la resolución número 538 del 27 de octubre de ese año, firmada por el ministro de Cultura y Educación, Juan José Catalán.
Dice la Resolución número 538:
VISTO: el propósito y los Objetivos Básicos para el Proceso de Reorganización Nacional, y
CONSIDERANDO:
Que es materia fundamental del aludido Propósito la erradicación de la subversión en todas sus formas.
Que entre los objetivos Básicos a alcanzar se encuentran la vigencia de los valores de la moral cristiana, de la tradición nacional y de la dignidad del ser argentino y la conformación de un sistema educativo acorde con las necesidades del país que sirva efectivamente a los objetivos de la Nación y consolide los valores y aspiraciones culturales de ésta.
Que para el cumplimiento de esa alta misión le cabe al Ministerio de Cultura y Educación una responsabilidad de especial significación.
Que el personal docente y directivo de establecimientos educacionales es el que en definitiva, en forma directa, ejercita la transmisión de conocimientos y la conducción de sus respectivos ámbitos.
Que por tal motivo resulta necesario proveer a dicho personal de la mayor información para el cumplimiento de sus funciones y de la delicada labor a su cargo.
Por ello,
El Ministerio de Cultura y Educación
RESUELVE:
1º – El folleto titulado “Subversión en el ámbito educativo (conozcamos a nuestro enemigo)” se distribuirá en todos los establecimientos educacionales a través de los organismos competentes en este Ministerio.
2º – Las autoridades de los respectivos establecimientos serán responsables de la difusión del contenido del folleto a que se refiere el apartado anterior entre todo el personal docente y administrativo.
3º – En la medida en que lo permitan las características de los diferentes niveles de la enseñanza, se darán a conocer también a los educandos los conceptos incorporados al folleto motivo de la presente resolución.
4º – El personal de supervisión controlará el cumplimiento de los dispuesto en la presente resolución.
5º – Regístrese, comuníquese y archívese.
Juan José Catalán
Ministro de Cultura y Educación
Y puede uno leer en la llamada Presentación:
Los últimos años de la vida argentina, se han caracterizado por una serie de manifestaciones que, no sólo colmaron la capacidad de asombro de sus habitantes, sino que los llevaron a un premeditado estado de desconcierto con un gran porcentaje de resignación, impotencia y acostumbramiento.
En el fenómeno descripto se sucedieron con acelerada frecuencia las huelgas activas, secuestros, asesinatos, sabotajes, ataques a cuarteles y comisarías, etc., como hechos visibles de una acción que se denomina subversión y que, por violentos, no dejaron de ser tan peligrosos como otros que, por sutiles e insidiosos, fueron menos perceptibles para la mayoría de la población (desjerarquización generalizada, educación tendenciosa, fomento de la corrupción y pornografía, drogas, etc.).
La información simplista que se manejó en muchos niveles del quehacer nacional atribuyó esta realidad a causas tales como: falta de desarrollo, problemas económicos, juventud desilusionada y cientos de razones más, sin alcanzar a percibir que esas realidades eran utilizadas o aumentadas en unos casos y producto en otros, de un comando que, desarrollando una estrategia perfectamente instrumentada y con una definida ideología, llevaba a cabo lo que técnicamente se denomina “La agresión marxista internacional”.
Para lograr una mejor comprensión de esta agresión se hace necesario comprender en sus justos términos, los conceptos de:
– Comunismo
– Guerra
– Agresión marxista internacional
– Subversión
Continuará…