Por Sofía Acosta | “El 17 de agosto, tuvimos una gran noticia: les negaron el recurso extraordinario que habían pedido los acusados”, señaló Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, con una sonrisa de oreja a oreja.
Es que el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Mar del Plata condenó en 2018 a Farías y Offidani por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”, pero a ninguno por femicidio y abuso sexual. A Maciel, acusado por encubrimiento, se lo absolvió. Finalmente, el fallo fue anulado.
“Vamos a una nueva fecha de juicio y ya estamos en esta instancia. Estoy feliz porque esto lo esperábamos hace mucho. Estamos más cerca, a un paso de tener justicia por Lucía y una sentencia como corresponde”, reafirmó Montero.
La anulación del Juicio ocurrió hace un año, y sirvió de excusa para inaugurar la muestra El Cuarto de Lucía, una representación exacta de la habitación de la joven, en el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces (Perú 222, Ciudad de Buenos Aires), donde podrá verse de miércoles a domingo de 12 a 20.
Te puede interesar: “La mujer que pase por este cuarto va a pensar: puede ser el mío”
La organización popular
El 19 de octubre de 2016 la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la CTA Autónoma junto al movimiento feminista hicieron el primer Paro Nacional de Mujeres en Argentina a partir del femicidio de Lucía.
Desde entonces, el sindicato acompaña a la familia de la joven en busca de justicia. Esta vez, fue en el marco de la instalación del cuarto y del taller Mala Eres que sirvió como disparador para poner en palabras las violencias diarias, la justicia patriarcal y cómo aparecen en la prensa las representaciones de los femicidios.
“Estamos acompañando una vez más a Lucía Pérez y a su familia. Fue doblemente asesinada porque tuvo un fallo vergonzoso, por tres jueces que estamos pidiendo la destitución y se la culpabiliza a ella por la vida que llevaba. Lo que estamos aprendiendo con esta causa es que no hubiéramos llegado hasta acá si no hubiera sido por la organización en la calle y la justicia social que la construimos nosotras. Cuando hablamos de reforma judicial feminista es eso: organizarnos estar en la calle, sumarnos con otras, para que las cosas cambien y en esta causa eso es más palpable que en otras situaciones”, indicó Clarisa Gambera, directora del departamento de Género de ATE Nacional.
El disparador del taller fueron portadas de diarios, recortes periodísticos históricos de distintos femicidios, esparcidos en el suelo, en el que cada participante inició su propio recorrido, observó, leyó y luego manifestó sus impresiones.
“Nosotras muchas veces decimos que la reforma de la justicia no es solo la reforma de la letra, es también la reforma de la sociedad, del sistema, del cambio de cabeza que necesitamos para poder avanzar en un cambio cultural, político y social real. Que no depende solo de las leyes, sino de la puesta en práctica de una sociedad diferente”, señaló durante el encuentro Mercedes Cabezas secretaria de Organización de ATE.
Los relatos de violencias y abusos sufridos por las participantes fueron surgiendo a medida que transcurría la tarde, como así también las lágrimas y los aplausos cerrados.
“No quiero que me tengan lástima, sólo quiero respeto”, dijo efusivamente Montero.
El encuentro finalizó con una foto colectiva al grito de “Justicia para Lucía”, con las y los participantes y con dirigentes de ATE y la CTA-A entre los que se encontraban el secretario General del sindicato, Hugo “Cachorro” Godoy, y la secretaria Adjunta de ATE Provincia de Buenos Aires, Vanina Rodríguez, además de integrantes de diferentes seccionales bonaerenses.
Fotos: @dicoluciano