Canal Abierto Radio | Mientras el Ministro de Economía Martín Guzmán y el Presidente Alberto Fernández siguen trabajando en adhesiones políticas para la negociación de la deuda, sobre todo la del Fondo Monetario Internacional, esta institución decidió otorgar dinero a los países que la conforman, con perspectivas de desarrollo y ambientales.
Los “derechos especiales de giro” se repartirán de acuerdo al nivel de voto de cada país, explica el economista del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas y vicepresidente de Nación Bursátil, Alejandro López Mieres, y se reparten en su propia moneda que es “una composición de las más importantes el comercio internacional, o sea, el Dólar, el Euro, el Yen, la Libra esterlina. Se iban a repartir 650.000 millones entre todos los países miembros del FMI”.
Los países más importantes dentro de la estructura recibirán el dinero de acuerdo a su participación, pero son también los que menos problemas tienen en sus reservas líquidas. Por ejemplo, Estados Unidos recibirá cerca del 17 por ciento de este fondo. De esa totalidad, Argentina recibió 4.334 millones, lo que representa el 0.67 por ciento del total.
El problema, afirma el especialista, es que “nosotros le debemos fortunas al FMI y tenemos una cuota en septiembre de más de 1.800 millones de dólares, otra cuota en diciembre de más 1.800 millones de dólares, sumado a una cuota de intereses de unos 350 millones. O sea, que de estos 4.334 millones que entraron se van a ir 4100 de acá a fin de año”.
“Como efectivamente los países más necesitados son los que menos dinero van a recibir, se van a armar fondos fiduciarios. Uno es un fondo fiduciario para el crecimiento y la reducción de la pobreza, en el cual aquellos países que no necesiten este plus de deb que se van a entregar en este momento los van a entregar para hacer un fondo fiduciario para poder prestar a tasas casi cero a los países que lo necesiten” explicó.
Por otro lado, está el fideicomiso de resiliencia quey tiene relación a los “bonos verdes”, para que los países más pobres puedan “soportar la adversidad”. Estos fondos no solo sirven para incrementar las reservas de los países sino para encarar reformas estructurales y “darle espacio fiscal para ayuda a los pueblos ante la crisis”.
Para López Mieres “esto es una novedad, porque lo que el FMI hizo siempre fue prestar moneda dura, dólares, para poder componer lo que es el sector externo para países en problemas para conseguir los dólares suficientes. Que el Fondo Monetario diga en este momento que es necesario un aporte fiscal, es una novedad teórica e histórica, porque estaría dando vueltas algunas cosas que dijo a lo largo de toda su historia”.
La negociación de Argentina con el FMI
Hay uns discusión en torno a si al gobierno nacional le conviene acordar con el Fondo antes o después de las elecciones. Los acuerdos más extendidos que se pueden conseguir son a 10 años. Para lograrlos, se pone en juego la soberanía económica y el eterno requerimiento de “déficit cero”, reformas impositivas, laborales y previsionales.
Los 44.000 millones que el FMI le prestó al gobierno de Mauricio Macri representan un 1.200 por ciento de la cuota que Argentina tenía en el organismo. Incrementan los intereses a un 4 por ciento anual en tanto no se cumple con los vencimientos. Pero en un nuevo acuerdo, lo que se podría lograr es que la tasa de interés sea al 1 por ciento, y que Argentina comience a pagar entre los años 2025 y 2026.
“La novedad que podría estar gestándose, es un acuerdo a 10 años pero con una especie de “opción de enganche”, en el caso de que el Fondo Monetario Internacional modifique sus propios estatutos y pueda dar condiciones más laxas en el futuro. El gran logro del tándem Guzmán-Alberto, porque este tema lo conversaron incluso con presidentes de gobiernos europeos, es bajar fuertemente la tasa de interés de lo que van a hacer los fondos del acuerdo” explicó el economista.
La firma de un acuerdo de este tipo con el Fondo en plena campaña ayudaría a no tener que pagar los vencimientos de septiembre y diciembre y que el Estado disponga de los 4.334 millones de dólares del fondo fiduciario, al mismo tiempo que una baja de la tasa de interés. Ese “colchón” sería por unos años hasta que incrementen las cuotas en los años 2025 y 2026.
El economista señala que eso es importante “porque entramos ahora en un momento en el que las liquidaciones de los dólares fundamentalmente de los exportadores agrarios van a empezar a escasear. El Gobierno está usando los pocos dólares que tiene de reservas netas para pagar intereses de los organismos internacionales. Porque la deuda privada en dólares la renegociamos y hasta el año 2024 no vamos a tener pagos significativos”
Entonces, si se firmara ya el acuerdo implicaría para la Argentina un desahogo importante y esos millones que entran permitirían afrontar los siguientes meses, intervenir en los mercados paralelos y achicar la brecha cambiaria, explicó López Mieres.