Hace un tiempo se viene instalando la idea de que es posible y conveniente, ante casos de depresión aguda, intervenir con la implantación de un chip cerebral, una especie de “marcapasos en el cerebro”. Al mismo tiempo, se desarrolló un chip subcutáneo cuyo objetivo consiste en eliminar la menstruación, agregando, en este caso, una operación extra, que consiste en la patologización de una dimensión cíclica constitutiva del cuerpo de las mujeres. ¿Cómo esta perspectiva se vuelve pensable? ¿Qué base epistemológica está en juego, qué presupuestos se manejan a partir de estas prácticas tecnocientíficas?
Conversamos con Miguel Benasayag y Florencia Carbajal para desentrañar los dilemas éticos en juego, desanudar falsas opciones, mantener viva la pregunta por lo vivo.
[mks_toggle title=»Miguel Benasayag» state=»open»]Doctor en Psicopatología (Universidad de Paris VII), HDR – Diploma en Investigación de Tercer ciclo en Biología, Neurofisiología (Universidad de Montpeliér). Profesor invitado en la Universidad de Lille (Francia). Dirige Laboratorios Sociales (en red: Paris VIII, Torino, Venecia, UPLS Brasil, Argentina). Algunos de sus libros son: La singularidad de lo vivo (2019), El cerebro aumentado el hombre disminuido (2015), El mito del individuo (2013), Pasiones tristes. Sufrimiento psíquico y crisis social (2010). Formó parte activa del ERP; estuvo detenido en la década del ’70, hasta exiliarse a Francia, tras su paso por la prisión.[/mks_toggle]:
[mks_toggle title=»Florencia Carbajal» state=»open»]Investigadora, ecofeminista, activista menstrual. Actualmente coordina programas de “Ecofeminismo: Género y Ambiente” en Eco House Global. Licenciada en Filosofía (UBA), Máster en Diseño y Gestión de Políticas Públicas (FLACSO), fundó y dirigió MeLuna S.A, la primer pyme importadora y distribuidora de copas menstruales en Argentina, es puente de diversas tramas activistas y articulaciones entre organizaciones territoriales e instituciones.[/mks_toggle]