Canal Abierto Radio | El domingo 21 de noviembre se realizaron las elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile: José Antonio Kast resultó en primer lugar y Gabriel Boric en segundo. El próximo 19 de diciembre será el ballotage que definirá cuál de los dos llegará a La Moneda.
En su análisis electoral para Canal Abierto Radio, la filósofa y pensadora latinoamericana Isabel Rauber caracterizó como «impactante» y «tremendo» la suma de votos en favor de Kast: «con ideas de orden, progreso, libertad y paz, que en este caso significan represión, cementerio y libertad para explotar de las empresas, se impone a través del voto la ultraderecha con un botón machista terrible que está en contra de todos los avances a favor de la mujer, es decir que es un retrógrada total». Es por ello, que señaló que «hay que re-enfocar la política desde otro lugar».
En relación al apoyo expresado por el actual presidente Sebastián Piñera al candidato del Partido Republicano, Rauber interpretó que este deja en claro que «los sectores de derecha en Chile están desesperados, no soportan la Asamblea Constituyente, no soportan a los pueblos originarios -particularmente los Mapuches-, no soportan las migraciones-, es decir no soportan nada que no sea lo de ellos. Están en contra de la educación pública gratuita universal. ¿Cómo ese tipo de discursos logra el 25% del apoyo de la población? Eso es lo que llama la atención».
«Lo agresivo que resulta este señor para todas las ambiciones democráticas es inocultable», manifestó respecto de Kast. «Lo agresivo que resulta plantear el indulto a los violadores de los Derechos Humanos es inaceptable, lo agresivo que resulta para un país como nosotros y para un país como Chile también la presencia de la dictadura. Es alarmante esta situación en Chile, que es 20 veces peor que en Argentina porque el discurso es claramente dictatorial. Es una reivindicación del genocidio», apuntó Rauber.
Y refirió a las últimas declaraciones al respecto del candidato de ultraderecha: «Dice ´yo no estaría de acuerdo con las torturas´, y teniendo en cuenta cómo actúa este sector que reforma la Ley y lo que se consideran torturas se achica y se amplia el espectro de lo que sería el interrogatorio podrán torturar, matar y decir que todo eso se da en un contexto democrático».
Ante este panorama político, la filósofa refirió al candidato de centro izquierda, Gabriel Boric, y las alianzas y discursos a proyectarse de cara a la segunda vuelta electoral: «Son llamados de atención para algunos sectores de izquierda que no tienen respuesta ante estos problemas porque es un discurso de orden, paz, progreso y seguridad ¿Quién puede estar en contra? Pero son conceptos que los toman y le dan el contenido que ellos quieren: ¿Qué es progreso para el grupete del poder, el grupete empresarial? Paz y progreso para los ricos; balas, muerte, castigo y represión para los sectores trabajadores y pobres. Para los indígenas ni hablar».
«Hay un tema que la izquierda tiene por la dignidad, por la distribución del ingreso, por un Chile igualitario y con justicia social. Pero, ¿cómo se confronta justicia versus progreso, igualdad versus derechos? Así lo pone la derecha. Saltan explicaciones políticas porque se presenta a los derechos sociales ante la clase media para arriba que lo que quieren hacer estos ´izquierdistas terroristas´ es quitarle el dinero a los que trabajan para dárselo a los que no trabajan. Así es cómo se convierte en discurso», explicó Rauber, quien agregó: «no es cierto que sacan el dinero de los que trabajan para los que no trabajan, es reabrir y repensar un país económica y socialmente para el mundo, No es cierto que se defiende la educación pública para que vayan los pobres a estudiar, la educación pública se defiende porque se defiende una formación universal para todos y todas. Entonces ahí hay un discurso que se queda en una declaratoria de principios que no explica contenidos y que favorece a una cierta confusión».
«Creo que el desafío de Chile es muy grande y que pone en jaque también la efectividad de las movilizaciones sociales, de la protesta. Es fuerte si la izquierda no gana porque Chile ha sido un bastión durante más de un año de movilizaciones sostenidas pero esto demuestra que Santiago no es Chile aunque las movilizaciones fueron en diversos lugares del país. Habrá que ver estos sectores de izquierda y de centro izquierda tienen un discurso que trascienda Santiago donde se supone que ha sido la cuna y la sede de todas las movilizaciones», expresó Rauber.
Y concluyó: «Hay que centrar el discurso político y alejarse de los ideológicos para centrar la política en la vida concreta de las personas con problemas concretos: atender temas de seguridad, de trabajo, género, feminismo, también de la niñez, los indígenas y de la tercera edad. Son temas a los que hay que darle respuesta».