Redacción Canal Abierto | Es un hecho que por efecto de la pandemia, la inflación bate récords a nivel global. Europa y Estados Unidos, por ejemplo, registraron los índices más altos en 30 años. También es una realidad que la suba generalizada de precios no es un flagelo exclusivo de esta coyuntura argentina, sino más bien uno de los problemas macroeconómicos de más larga duración y más difíciles de resolver.
Sin embargo, las cifras de los últimos meses parecen sobrepasar las expectativas del Gobierno y alertar a los especialistas. Y es que pese al congelamiento anunciado tras las PASO por el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti, las consultoras que miden los precios minoristas estiman que el índice de noviembre volvería a rondar el 3% (acumulando así un incremento del 52% en el último año). Pero lo más grave aún es la aceleración de la inflación sobre productos y servicios sensibles a la gran mayoría de la población trabajadora.
La carne fue el producto que acusó los mayores aumentos entre los alimentos indispensables de la dieta familiar. En junio pasado el incremento respecto al mismo mes del año anterior llegó al 81,53%.
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A mediados de mayo el gobierno implementó el cierre total de las exportaciones de carne, medida que flexibilizó a partir de fines de junio. En los meses siguientes, los aumentos de las carnes se frenaron (-0,29% en julio, -0,33% en agosto, +0,67% en septiembre) y las subas de la Canasta Básica de Alimentos se hicieron más moderadas que en los meses anteriores (0,86% en julio; 1,57% en agosto; 2,22% en septiembre).
No obstante, según el Índice Barrial de Precios que elabora el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), en octubre volvieron paulatinamente las subas en la carne (+1,78%) y la Canasta de Alimentos (+2,47%). El comportamiento alcista se profundizó en noviembre: carne (+12,20%) y Canasta de Alimentos (5,77%).
“Si bien el nuevo Secretario de Comercio Roberto Feletti irrumpió con actitudes estridentes, anunciando congelamiento de precios y posibles sanciones para los que los suben. Lo cierto es que en los hechos, este “nuevo” programa para tratar de contener y mantener con un freno sostenible el avance de la inflación no tuvo los efectos esperados”, afirma el informe del ISEPCI, tras plantear como diagnóstico que “la oferta está concentrada en unos pocos actores; por lo que, los oligopolios que monopolizan el mercado lejos de competir entre ellos acuerdan entre sí para mantener precios que le permitan altos márgenes de ganancia; aún en condiciones de caída de las ventas como sucedió durante la pandemia”.
Según el relevamiento mensual sobre 600 comercios de veinte distritos del conurbano Bonaerense, en noviembre una familia de adultos y dos hijos pequeños necesitó $31.219,46 (5,77% más que en octubre) para solventar sus alimentos básicos y $73,677.92 para cubrir sus gastos básicos totales.
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