Canal Abierto Radio | A un año de la muerte de Diego Armando Maradona, la escritora y periodista Gabriela Saidón publicó su libro «Superdios: la construcción de Maradona como santo laico» (Capital Intelectual). Allí, la autora analizó el proceso por el cual se santificó al astro del futbol.
«Fue ahondar un poco en esta investigación que ya vengo realizando sobre los santos populares, los santos católicos, los santos paganos, su apropiación y cómo ubicar a Maradona en este mapa santo. Pero hay una diferencia en el proceso de santificación de Maradona porque fueron los periodistas quienes lo empezaron a nombrar o escribir -incluso en sus artículos y libros- ubicándolo dentro del campo semántico de la religión. Un montón de metáforas vinculadas con su condición de Santo y de Santo laico en el sentido de que es un Dios apto para ateos, no se reduce al campo del catolicismo o del paganismo cercano al catolicismo», expresó Gabriela Saidón en comunicación con Canal Abierto Radio.
«En relación a los modos de representación de los altares, el muralismo maradoniano es la forma de representarse porque tienen esa característica que en el caso de la muerte del Diego son con objetos y ofrendas. Además está el santuario en Argentinos Juniors o en la casa que fue de él en vida. Los altares también son los murales típicamente urbanos porque hace falta que haya paredes, hace falta que haya vereda, gente que camine por ahí y vea esos murales. Son una forma de representación urbana indeleble en ese sentido porque no sé quién se va a animar a pintar por encima un mural de Maradona con toda la cábala qué implica la santificación popular», expresó la autora.
En este sentido, remarcó la participación de la periodista Ludmila Ferrer, en la realización de la obra recientemente publicada. «Ella hizo una entrevista con los integrantes, creadores rosarinos, de la iglesia maradoniana que por un lado una cuestión paródica pero tiene su credo, la navidad es el día del nacimiento de Diego, la gente se casa en esta iglesia que no tiene sede, es itinerante. Es interesante pensar en qué otra personas tienen su iglesia en el mundo, y en el catolicismo particularmente estaríamos hablando de dos: Cristo y Maradona», manifestó Saidón.
Y continuó: «Es interesante pensar este elemento crístico y mesiánico de Diego porque estábamos esperando un salvador y eso es lo que depositamos sobre él que no tienen que ver con la belleza de su juego, el ingenio de su palabra sino también con las cosas más densas, bajas y horribles. Los santos populares varones tienen esta característica de lo bueno y lo malo, porque no es el sentido común o el hombre bueno que hace todo bien, tiene esta cosa doble que hace que depositemos todo lo malo nuestro: todos los consumos problemáticos o todas las cuestiones de violencia de género de Diego que incluso en el último tiempo se complejizaron luego de la denuncia de violación concretamente«.
La autora indicó la diferencia con otros santos populares argentinos ya que «Maradona fue santificado en vida», Y refirió a la «manía argentina de santificar»: «Hay una frase que me gusta pensar y es que «como en Estados Unidos construyen superhéroes, en Argentina construimos santos»; somos una fábrica de santos por eso el libro también se llama superdios, porque ahí hay un cruce entre los dioses griegos y el politeísmo, pero también los superhéroes porque también Maradona es en cierto sentido Superman, no solo porque lo vimos volar cuando se eleva en la famosa mano de dios, que fue su puño izquierdo, sino porque también tiene su talón de Aquiles, su debilidad y su criptonita que fue la cocaína, efedrina, alcohol, los consumos problemáticos».