Redacción Canal Abierto | En abril de este año, una investigación del diario El País obligó a los obispos de España a admitir denuncias de pederastia a más de 220 sacerdotes en los últimos 20 años. Esta semana trascendió que el Vaticano investigará las más de 250 denuncias de abusos dentro de la Iglesia española desde 1943 hasta la actualidad.
Los obispos revelaron que las denuncias llegadas al Vaticano de España desde 2001, elevan la contabilidad de El País al menos hasta 364 clérigos acusados y 872 víctimas. El trabajo del reconocido periódico indica también que 54 eclesiásticos encubrieron los delitos, entre ellos más de una veintena de obispos y cardenales. Hasta ahora, los obispos españoles siempre han mantenido que los casos de abusos a menores en el clero en España eran pocos.
De los 220 sacerdotes denunciados, 144 son diocesanos (43 de ellos aún bajo investigación en expedientes abiertos) y 76 de órdenes religiosas (26 todavía abiertos). En este conteo quedaron afuera los casos cometidos por los miembros de las congregaciones que no son curas.
Aunque en esta oportunidad se refieren a denuncias presentadas desde 2001, afectan también a hechos de años anteriores. El cruce de esos números con la base de datos de El País indica, al menos, dos cosas: hay como mínimo 55 casos nuevos no contabilizados de sacerdotes diocesanos, y el número de denuncias a religiosos está claramente por debajo de la cifra real de casos. Estos 55 nuevos casos hacen subir el total de los conocidos en la Iglesia española a 364 y las víctimas, a 872, calculando como mínimo una por cada caso.
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Hoy, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, el organismo encargado de la investigación tiene en sus manos un dossier con 251 supuestos casos de abusos cometidos en la Iglesia española recopilados por el diario El País. La documentación fue entregada a las instancias competentes del Vaticano, luego de que desde el equipo del periódico se la hicieran llegar al Papa.
Con la investigación en curso, el Vaticano busca que se pueda “proceder de acuerdo con la legislación canónica vigente, convenientemente actualizada en los últimos años. En relación al trabajo de El País, la Conferencia Episcopal Española sostuvo que “todas las iniciativas de instituciones y medios que ayuden a acabar con la lacra de los abusos sexuales cometidos contra menores o personas vulnerables en la Iglesia o en la sociedad son, en principio, una buena colaboración”.
España y su iglesia pederasta
Una investigación realizada en 1995 por el catedrático de la Universidad de Salamanca Félix López Sánchez y publicada por el Ministerio de Asuntos Sociales de España, dio cuenta de que el 4,17 % de los abusos a menores fueron cometidos por religiosos.
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En 2021, la investigación conjunta de la Universidad Abierta de Cataluña, la Universidad de Barcelona y la Universidad del País Vasco concluyó que los casos de pederastia en el seno de la Iglesia española fueron “sistemáticos”, y derivaron en una “nula colaboración” para esclarecerlos, así como en una inadecuada reparación por parte de la Conferencia Episcopal a quienes sufrieron estas prácticas de abuso sexual.
Los datos procedentes de entrevistas a 38 víctimas arrojan que los clérigos implicados elegían a víctimas altamente vulnerables, con una media de 11 años de edad, lo que constata el carácter efebofílico de estas conductas. En el 65,8 % de los casos el abuso se repitió de forma “crónica” durante un periodo que va desde los tres hasta los ocho años, y en el 42,1 % hubo penetración.
Según el estudio, las víctimas mantuvieron las agresiones en secreto durante muchos años: muy pocos lo notificaron a la autoridad y, de estos, el 52,9 % ha tenido una mala experiencia tras dar ese paso dado que la respuesta institucional de la Iglesia fue “causante de un nuevo daño” en las víctimas. Entre las consecuencias de los abusos se señalaron “problemas cronificados de ansiedad y depresión, dificultades sexuales, de alimentación y sueño”, además de un “trauma espiritual” y pérdida de la fe.