Canal Abierto Radio | A lo largo del fin de semana largo, se celebraron en todo el país los carnavales. Con diversas expresiones artísticas y culturales, se pudo apreciar la forma en que cada región celebra esta fiesta popular con raíces católicas.
Canal Abierto Radio dialogó con Coco Romero -músico, historiador de murgas y autor del libro «La murga porteña: historia de un viaje colectivo»- sobre esta celebración al Rey Momo. «Disfruto que hayan miles de jóvenes en argentina que tengan el carnaval que nosotros no tuvimos, y que de alguna manera estén en sintonía con esta fiesta que me parece muy poderosa en términos de la participación del pueblo artísticamente», expresó.
En los años 80 Romero compuso una canción junto a «La Fuente» luego de que la dictadura cívico, militar, comercial y eclesiástica prohibiera el carnaval. «Yo había tenido la murga como un espacio de alegría y no entendía por qué la iban a prohibir, por lo tanto compuse la canción y eso fue como el primer eslabón que me llevó a 40 años muy complejo de viajes, investigaciones, libros, discos, descensos a territorios donde nunca imaginé que iba a llegar. Por lo tanto, me resulta muy interesante que en este momento en el territorio occidental y cristiano el pueblo se exprese», destacó.
El historiador, explicó que la prohibición de esta celebración fue «un golpe muy fuerte» que le quitó la «periodicidad». Si bien aclaró que «el carnaval para mediados de la década del 70 ya estaba bastante golpeado, antes de la dictadura» por los «corrimientos culturales», «el decreto que prohibió la circulación en el ´76 fue una estocada final». En este sentido, aseguró que igualmente «el carnaval siempre estuvo presente porque no hay decreto que pueda prohibirlo, no es posible».
Y recordó que «en plena dictadura el cólera estuvo atacando muy fuerte al noreste argentino y la gente por más de las prohibiciones no dejó de festejar el carnaval. Entonces lo que se perdió es la periodicidad que es lo peligroso para una fiesta». «Estuvimos casi 36 años sin los carnavales en el calendario entonces hay como desconocimiento sobre qué es carnaval, qué es la murga, qué es la comparsa, y estamos a luz de otros carnavales desarrollados como en Brasil, Bolivia o los hermanos uruguayos» señaló el músico.
Para profundizar sobre la historia de la festividad en el país, contó que «el carnaval precede a la construcción propia de la Argentina». «Ya a fines de 1.700, Carlos III le da órdenes al Virrey de que festeje el carnaval. Hay dos elementos que siempre cito porque me parecen importantes: así como Alberdi escribió las bases de la Constitución Argentina siendo un hombre ya maduro, a los 25 años ya compuso el Himno a Momo; escribía por entonces mirando el carnaval como algo importante para la cuestión creativa del pueblo y firmaba como Figarillo. Por otra parte, en 1869, cuando asume la presidencia Sarmiento instala el carnaval como lo conocemos hoy, ese corredor del corso», algo que había sido prohibido también en 1844 por Juan Manuel de Rosas.
Con respecto a esta expresión artística popular en la actualidad tan variado en el territorio, Romero expresó: «No hay una voluntad política de integrar la diversidad que existe en nuestro país para crear un carnaval más representativo». Y añadió: «En los 40 años que llevo trabajando este tema me di cuenta cómo se hace por compromiso teniendo en cuenta que la variedad geográfica y la riqueza cultural en torno al carnaval es que realmente hay un folklore detrás muy importante y fuerte».
«La juventud alegre de la Quebrada de Humahuaca, cumplió cien años para estos carnavales. La integración con las redes, el proceso democrático y las nuevas generaciones han creado otros lazos. Lo poderoso es que el carnaval es una semilla que cae en los territorios y toma el folklore natural de la geografía del lugar. Entonces tenés todo lo afro brasilero en el litoral, lo boliviano desde el norte hasta le centro del país, y después el fenómeno murga que es absolutamente disruptivo en términos de que es la agrupación que rescata el carnaval y se restituye en 2011″, comentó lamentando que al «terminar el fin de semana se olvidan los carnavales hasta el año que viene, lo que obedece a las realidades y problemas culturales que tiene nuestra sociedad para entender este fenómeno luego de 30 años».
Al respecto del origen de esta celebración, el historiador contó: «El carnaval es hijo de cristianismo. Esta fecha movible a partir del próximo miércoles de cenizas, en 46 días hacia adelante nos vamos a encontrar con la muerte y resurrección de Jesús. En el tiempo pasional entre el nacimiento y la muerte de Jesús está el carnaval porque la Iglesia de alguna manera a todos los rituales precristianos no supo dónde ponerlos, y al no poder asimilarlos los metió en esos tres días. De ahí que esta fecha sea movible según el domingo de resurrección».
Y agregó: «Cuando decís momo es un producto del carnaval, pero el Rey Momo es una deidad alegórica echada por los dioses del Olimpo dos mil años antes de Cristo, que planteaba que somos todos iguales y criticaba a los dioses». Es por ello, que remarcó la importancia de «tener esto en claro porque hace que esta fiesta tenga condimentos que no tiene otra celebración como la participación de la gente, el espíritu crítico que te hace ver dónde estas parado, qué pasa a tu alrededor, en tu cuadra, en tu barrio, en tu mundo. Esto es sumamente interesante porque el Momo fue echado del Olimpo y anda bregando por el mundo para hacerse omnipresente en las fechas de carnaval».
Coco Romero, refirió a la «utopía» que presenta en su libro recientemente publicado «La murga porteña» donde planteó «que el cielo es el firmamento y las murgas son las estrellas del firmamento», refiriendo a la importancia de destacar el rol de la murga pero aclarando «el carnaval que no es solamente murga». «Brego por la participación de los teatros callejeros, coros, grupos folklóricos, guitarristas, acordeonistas, clown, artes circenses», aseguró resaltando que «tenemos un camino abierto que depende de una decisión política para demostrar, como hace 34 años lo hacemos en el Rojas, que desde una institución como lo es la UBA se pudo trabajar un tema, se formó gente, murgas, etc. Podes fomentar, pero para hacerlo a nivel nacional se necesita alguien a quien le interese el tema».
Frente a ello, apuntó contra el Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro: «Desde que asumió no ha hecho nada con el carnaval siendo que fue alumno mío un año, me ha ido a ver y ha escrito sobre los carnavales que hemos hecho en el Rojas, por eso pienso que algo debe pasar por la cabeza de los funcionarios. Todas las dependencias de cultura están a la pesca no de cuestiones históricas y cosas propias para el fortalecimiento de la cultura, sino en lo que se vende porque el mundo está pautado así». «Las murgas solas no pueden cautivar a un público distinto, no alcanza. Hay muchísimas artes que deben ser agregadas al carnaval», sostuvo.