Canal Abierto Radio | A 50 años del estreno original de la película “El Padrino” dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Marlon Brando, el pasado viernes se reestrenó este clásico en los cines argentinos. El film está restaurado e incluye nuevas escenas de la producción que se volvió un clásico del cine.
Al respecto, Juan Pablo Cremonte, profesor universitario, columnista de Tiempo Argentino y fanático de la película, sostuvo en comunicación con Canal Abierto Radio: “Está funcionando muy bien en los cines en una época difícil en general para la sociedad y teniendo en cuenta que es muy fácil de verla en las diferentes plataformas. Es raro que un reestreno funcione tan bien en el cine”.
Asegurando que vio “muchas veces” la trilogía y leyó la novela original, sostuvo: “Es una película extremadamente buena, muy bien filmada y además tiene una particularidad que muy pocas adaptaciones de novela tienen, y es que es muchísimo mejor la película que la novela de Mario Puzo, que es una historia entretenida pero no es una gran novela”.
Remarcando la particularidad de la película que el guión fue una co-producción de Coppola y Puzo, comentó que “ni por casualidad son lo mismo la novela que la película, porque la primera ni siquiera hace un buen relato sobre la mafia. La novela es un mix, tiene toda la uno y parte de la dos, toda la trama del ascenso, de la llegada de Vito Corleone a Estados Unidos hasta que se convierte en el capo de la mafia y termina más o menos donde termina la primera entrega de la saga”.
A su vez, destacó que esta producción marcó “un punto de inflexión en la manera en que se construye la mafia, con una doble mirada contándose la historia desde adentro del grupo mafioso, y además se muestra la condena a este grupo por una sociedad que también de alguna manera esconde su suciedad abajo de la alfombra”.
Es por ello, que recomendó aprovechar el “furor por lo retro” y ver este clásico en la pantalla grande: “Verlo en el cine es una experiencia extraordinaria, sobre todo con una película como El Padrino donde uno nota la diferencia”.
“Es, si se quiere, el pináculo en la forma de hacer cine en cuanto al guión, el elenco y la idea también; uno iba al cine a ver ideas y personajes que cuestionaran la manera de vivir y de pensar. Ese consumo de cine intelectual es muy de esa época y El Padrino es el punto central de este modo de cine que arranca alrededor de los 50 hasta mitad de los 80”, concluyó.