Redacción Canal Abierto | “La inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento”, dijo Alberto Fernández en el discurso de apertura de las sesiones del Congreso el pasado 1° de marzo.
Las palabras del Presidente están lejos de ser una exageración: según el relevamiento de los 57 productos de Canasta Básica de Alimentos realizado por el ISEPCI en 650 comercios de cercanía en 20 distritos del conurbano bonaerense, en febrero los precios aumentaron en promedio un 9,8%.
Al igual que viene ocurriendo hace meses, el rubro de frutas y verduras encabezó las subas con un 10,37%, mientras que los productos de almacén incrementaron 9,66% y las carnes 9,7%.
Al asumir el Frente de Todos, el valor de la Canasta Básica de Alimentos para cuatro personas alcanzaba los $14.541,78. Veintiséis meses después (en febrero pasado), el mismo conjunto de productos costó $36.981,91 (o sea, tuvo un incremento de 154,34%). “Durante este período no sólo se lanzaron y relanzaron distintos programas para contener los precios y se anunciaron medidas de diferentes características; sino que transcurrieron períodos de importantes restricciones a la circulación de las personas por imposición de la pandemia que implicó una baja generalizada de la actividad económica en general y del consumo en particular”, indica el estudio.
Si bien se trata de un relevamiento extraoficial, las cifras no están lejos de las estadísticas gubernamentales: el índice de precios al consumidor que todos los meses publica el INDEC arrojó un 3,9% de inflación en enero pasado, una décima por encima de diciembre de 2021, que había cerrado en 3,8%. Así, la variación interanual alcanzó el 50,7%, luego de que el año pasado cerrara con una inflación acumulada de 50,9%, por encima del 45% que el Gobierno había fijado como pauta estimativa.
“La restricción de la emisión monetaria, la reducción del gasto público y el descenso del déficit fiscal; son las medidas que emergen como principales para pagar la deuda pública y empezar a bajar la inflación. Más allá de cualquier discurso, relato o explicación; este es el compromiso concreto que el gobierno firma en nombre del país, que quedará plasmado en los papeles que el FMI se lleva a su casa matriz de Nueva York”, analiza de manera crítica el ISEPCI.
Sin embargo, el acuerdo con el FMI que el Gobierno pretende aprobar en el Congreso esta semana no es la único variable “externo” en materia inflacionaria. La guerra entre Rusia y Ucrania amenaza con encarecer productos como la carne, la leche, los huevos o el pan a nivel global. No sólo por el hecho de que el teatro de operaciones bélico transcurre en una nación reconocida como el “granero” de Europa, sino por el peso que tiene Moscú en el mercado de los combustibles (y por ende, el trasporte global de materias primas).