Redacción Canal Abierto | Un nuevo 8 de Marzo convoca a las mujeres a tomar las calles. A dos años de pandemia, y con reclamos que desde la virtualidad se sostuvieron, la igualdad en materia de derechos sigue siendo la bandera.
En este sentido, el Observatorio de Géneros del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) difundió el informe “El 8M en perspectiva económica” con el objetivo de visibilizar las violencias cotidianas ejercidas de diversas formas y mecanismos, individuales y grupales, a 114 años de la muerte de 129 mujeres en el incendio de la fábrica Cotton de Nueva York.
“Es nuestro deber visibilizarlas en pos de la transformación de la realidad desde una reivindicación y política feminista”, sostienen desde el Observatorio CEPA. El informe pone de manifiesto las condiciones de inequidad y exclusión estructural que atraviesan las trayectorias de las mujeres y diversidades, lo cual permite la posibilidad de pensar estrategias y herramientas que favorezcan la reducción de las brechas, desigualdades y distintas formas de violencias, así como también, aumenten la autonomía e integridad de las mujeres y diversidades.
El material aborda la cuestión de las mujeres y el mercado de trabajo, así como las desigualdades que persisten a dos años de iniciada la pandemia. En otro apartado, se sistematizan todas las políticas y programas de relevancia nacional que se han llevado adelante en estos dos últimos años, en convivencia con la pandemia.
En esta línea evalúan cómo se vienen trabajando los Presupuestos con Perspectiva de Género, tanto a nivel nacional como provincial. “Estos son una herramienta fundamental para la incorporación de la perspectiva de género -de manera transversal e interseccional- en todo el proceso presupuestario con el fin de cerrar brechas de desigualdad y promover la autonomía de las mujeres y diversidades”, resaltan desde el CEPA.
El mercado laboral
De acuerdo al informe, “el mercado laboral es el escenario donde se producen las principales desigualdades e inequidades que enfrentan las mujeres en relación a los varones. Las brechas más relevantes se plasman en la desigualdad en el acceso al mercado laboral, el tipo de trabajo al cual se accede, como también en los ingresos percibidos”.
Partiendo de esto y de la recuperación económica en 2021 respecto al año anterior, cuando se observa la tasa de desocupación según género, se observa que para las mujeres el valor registrado en el tercer trimestre del 2021 fue del 9%, abandonando así los dos dígitos que supo alcanzar en 2018, 2019 y su punto más alto en 2020, y siendo el más bajo de los últimos cinco años.
Asimismo, la disminución de la tasa de desocupación de las mujeres respecto al tercer trimestre de 2019 fue mayor que la de los varones, con una caída de 1,8% de las primeras frente a 1,2% por parte de los segundos.
Además, el CEPA señala que la brecha entre la tasa de desocupación de los varones y la tasa de desocupación de las mujeres se redujo. En el tercer trimestre de 2020, la distancia fue de 2,5% (13,1% desocupación en mujeres, versus 10,6% en varones). Al mismo periodo de 2021, la diferencia es de 1,3% (9% mujeres versus 7,7% varones). Incluso, al tercer trimestre de 2019 esta diferencia ascendió a 1,9 puntos (10,8% mujeres versus 8,9% varones).
“La salida de la crisis de pandemia -considerando que en 2021 al tercer trimestre se constataba una mejora en la actividad económica- redujo al mismo tiempo los niveles de desocupación en mujeres y también la brecha respecto de este mismo indicador en varones. No deja de ser paradójico que en el 2021, año posterior a la peor caída económica desde el año 2001, los guarismos de desocupación – de ambos géneros – sean más bajos que en 2019, bajo el gobierno de Cambiemos”, aseveran los autores.
Sin embargo, la tasa de informalidad del tercer trimestre del 2021 no presentó mejoría alguna respecto a la del 2020, aunque sí lo hizo en el caso de los varones respecto al 2019. “A pesar que la tasa de informalidad general se redujo 1,9% respecto al 2019 y que en los varones disminuyó 3,6%, cuando revisamos dicha tasa en el mundo de las mujeres, se observa que se mantuvo en el mismo nivel y además se ubica por encima al de los varones, manteniendo esta relación constante hace más de 6 años”, explica el CEPA.
Políticas con perspectiva de género a nivel nacional
A más de dos años de iniciada la gestión del Frente de Todos, y con ella la instauración del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades, el balance en materia de políticas con perspectiva de género iniciadas desde el Estado Nacional, destacan las siguientes categorías:
- Programas y medidas asociadas a fortalecer la autonomía física de las mujeres y diversidades.
- Programas y medidas asociadas a reducir brechas de tiempos y cuidados.
- Programas y medidas vinculadas a reducir brechas de ingresos y fortalecer la autonomía económica de las mujeres y diversidades.
- Programas y medidas asociadas a reducir brechas laborales y fortalecer la autonomía económica de las mujeres y diversidades.
- Programas y medidas asociadas a fortalecer la autonomía en la toma de decisiones de las mujeres y diversidades
- Programas y medidas asociadas a reducir brechas habitacionales y fortalecer la autonomía económica de las mujeres y diversidades.
- Programas y medidas destinadas a reducir la brecha de salud y autonomía física.
Desde el sepa consideran importante “resaltar la transversalización de la perspectiva de género y diversidad sexual en la formulación de las políticas públicas, ya que esto permite conocer específicamente las necesidades, violencias, desigualdades y la discriminación estructural e histórica que atraviesan las mujeres y personas LGBTI+. Así como también incorporar una perspectiva territorial y federal que habilite la construcción de mayores capacidades estatales en las provincias y que comprenda las especificidades de cada uno de los territorios y sus comunidades”.
Presupuestos
“El diseño de programas, la distribución de los recursos y las fuentes de financiamiento, son todas cuestiones que tienen impactos de género”, señalan desde el CEPA. Por ello, el presupuesto no es neutral al género y, por lo tanto, incorporar la perspectiva de género en todo el ciclo presupuestario se transforma en una herramienta clave para detectar y revertir los mecanismos de reproducción de desigualdades.
En Argentina, el primer Presupuesto con Perspectiva de Género y Diversidad se ejecutó en el año 2021. Allí se identificaron una totalidad de 55 actividades de 22 organismos que inciden en cerrar brechas de género. Estos organismos pertenecen a 14 ministerios. Al momento de su elaboración, el presupuesto asignado a dichas políticas alcanzaba los $1,3 billones de pesos, es decir, un 15,2% del presupuesto total y un 3,4% del Producto Bruto Interno, del cual fue ejecutado el 99,8%.
Actualmente 15 provincias han realizado distintos avances en la construcción y/o implementación de PPG en sus territorios con diferentes abordajes metodológicos: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Juan, Santa Fe, San Luis y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entre ellas, Catamarca, Chaco, Chubut, la Ciudad de Buenos Aires y Entre Ríos cuentan con reconocimiento normativo de PPG.