Redacción Canal Abierto | En marzo de 1982, un grupo de trabajadores viaja a las islas Georgias -a 1500 kilómetros de Malvinas- para desguazar instalaciones balleneras abandonadas, un negocio millonario armado por un chatarrero bonaerense. A este de por sí curioso escenario antártico, una noche y de improvisto se le sumarían un grupo de elite comandado por el represor Alfredo Astiz y tres aventureros franceses arrastrados por una tormenta.
Son sólo algunos de los condimentos de “Desembarco en las Georgias”, el libro que a través diarios personales, entrevistas y documentación oficial reconstruye el misterioso incidente que desató la guerra. “Los servicios británicos ya sabían que Argentina algo estaba tramando, pero la verdad es que este episodio les terminó siendo útil para atizar el fantasma de una invasión y movilizar su flota”, cuenta su autor, el periodista Felipe Celesia. “Los trabajadores no tenían ni la menor idea de que el sólo hecho de izar una bandera argentina iba a tener esas consecuencias”.
“En la madrugada del 24 de marzo, siete días después de llegar, los trabajadores escuchan golpes enérgicos en la puerta de donde dormían y preguntan `¿quién es?´, a lo que afuera responden `unos amigos, Armada Argentina´; cuando abren se encuentran a un grupo de hombre con sus caras pintadas y fusiles FAL al hombro”, relata en esta entrevista con Canal Abierto.
Tan cierta como particular, la trama recorre una serie malentendidos y coincidencias, personajes disparatados y el trasfondo histórico que marcó a fondo a los argentinos. “Los protagonistas centrales de esta historia son un grupo de laburantes que hasta la publicación del libro se sentían olvidados por la historiografía y los medios, pero partícipes de esta épica hasta hoy desconocida”, asegura Celesia.
Entrevista: Diego Leonoff