Redacción Canal Abierto | De acuerdo con un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), elaborado entre otros por el economista Claudio Lozano, más de un tercio del gasto público del primer cuatrimestre del año se derivó hacia el oligopolio petrolero y gasífero y hacia los compromisos de la deuda pública.
Presentando el gasto de acuerdo como una lista que ordena las 29 funciones en función de su participación en el gasto total, el organismo estableció que el rubro “energía, combustibles y minería” se llevó hasta abril el 17% del gasto y “servicio de la deuda pública”, el 15%.
En la cuenta, a los efectos de evaluar el esfuerzo real de gasto que la Administración Central realiza para atender las prestaciones de la seguridad social, se descontaron del total gastado aquellos ingresos (contribuciones patronales, aportes jubilatorios y otros) que son específicos del sistema. Así, en términos de gasto público la participación del Sistema de Seguridad Social representa un 45% al considerar los gastos totales “pero cuando se descuentan los ingresos que el sistema tiene asignados percibimos que el esfuerzo que hace la Administración es menor y asciende sólo al 9% del gasto público total”.
Energía, combustible y minería es el rubro que incluye los subsidios a la energía, asociados a los usuarios residenciales pero que van dirigidos sobre todo a los grandes consumidores industriales “así como los mayores pagos que el oligopolio petrolero y gasífero percibe como subsidio a la oferta —aclara el IPyPP—, que no se vincula con los costos de producción local sino con los precios internacionales”. También hay subsidios importantes en los contratos que el Estado establece con las centrales térmicas.
La deuda
El segundo lugar de las funciones privilegiadas del gasto público fue el pago de la deuda pública. Este 15% cobró magnitud cuando se reestructuró la deuda externa con acreedores privados y se refinanció la deuda con el FMI, aun cuando estas negociaciones procuraron diferir para los próximos años los pagos más importantes.
“Esta deuda pública por sí sola equivale a lo gastado en 19 funciones por parte del Estado. Representa también un 50% más que lo invertido en promoción y asistencia social, un 66% más que la inversión en educación, cultura y seguridad social, un 114% más que lo invertido en salud y 275% más que la inversión en vivienda”, detalla el informe del Instituto fundado por el presidente de Unidad Popular y actual director del Banco Nación.
Sin embargo, recalca que el 52% de la función “deuda pública” es deuda pública en pesos. En otras palabras, deudas con el establishment financiero local en moneda local.
“Sin duda, el endeudamiento en pesos es ciertamente más manejable que el que se toma en dólares —detalla el estudio—. No obstante, el mismo ya representa una magnitud muy considerable que no puede desestimarse en tanto subordina o limita la autonomía del Estado (y de la gestión del Gobierno) respecto al establishment económico-financiero que le provee el financiamiento”.
Ilustración: Marcelo Spotti