Redacción Canal Abierto | La accesibilidad en las ciudades es un tema que no puede ser pasado por alto, sobre todo cuando se convive con alguna discapacidad y el desplazamiento por las calles y veredas se ve obstruido por la falta de una planificación universal.
Para hablar de cómo viven esta problemática las personas con discapacidad visual, Canal Abierto dialogó con Carlos Vadalá, miembro de la Asociación Neuquina de Personas con Discapacidad Visual y usuario de perro guía; y Susana Falcón, periodista, e integrante de la Asociación de Usuarios de Perros Guía de Andalucía, España.
Según explican, a las personas con discapacidad visual se las puede identificar por el bastón blanco, que es el primer elemento que aprenden a usar para tener contacto con el exterior, en primer lugar con el piso y todo lo que esté delante de ella. También están quienes usan el bastón verde y son aquellas que tienen baja visión. Y por otro lado, están quienes se desplazan con la ayuda de los perros guía.
Con respecto a la accesibilidad en la Ciudad de Buenos Aires, Carlos dijo: “Yo creo que ésta en vía. Es un terreno muy difícil por la dimensión de la ciudad y por la cantidad de personas que la habitan -permanente y transitoriamente-. En nuestro caso hay determinadas dificultades y zonas que son muy accesibles y otras no tanto todavía. Creo que ese es un camino que se inicia y eso me pone bien, me pone contento. Pero también están aquellas zonas un poco oscuras que pasan por la falta de información en el tema de los perros guías a la hora de poder desplazarnos y viajar en taxis, por ejemplo”.
Con Susana son pareja, entonces se mueven con dos perros. “Es una dificultad en el tema de accesibilidad del transporte público. En los colectivos no hay problema para viajar con los perros, pero sí en los taxis, más allá de que nuestros perros están entrenados”, resaltaron.
Argentina no se destaca por su cantidad de perros guía, pero los pocos usuarios nucleados en organizaciones llevan tiempo denunciando esta situación. “En España la situación es distinta a la de aquí, lo que no quita que con el tema de transporte también tenemos problemas. Y también tenemos problemas en España, y en Europa en general, para acceder a lugares públicos o privados de uso público. Hay leyes, por supuesto, pero al igual que sucede aquí con las leyes: hecha la ley, hecha la trampa”, destacó Susana.
¿Cuándo se necesita un perro guía?
“El perro guía es una elección de la persona. Pero para que la persona tenga la posibilidad de elegir tiene que estar la información sobre el tema. Pero si ya es un poco escasa la información sobre los perros guía para las personas con discapacidad visual, imagínate hacia la sociedad toda”, subraya Carlos.
Al mismo tiempo, explicó: “Yo era usuario de bastón porque cuando uno adquiere la discapacidad –como en mí caso- el elemento obligado es el bastón. Para ser usuario de un perro guía tenés que tener la rehabilitación en el uso del bastón, manejarte en el espacio tanto interno como externo. El perro guía lo que proporciona es mucha seguridad en la movilidad, un desplazamiento casi de manera natural, aunque no todas las personas sentimos lo mismo. En mí caso es sentirme libre para caminar, no pegado a la pared. Yo camino por donde le indico al perro y él decide cuál es el lugar más seguro para caminar”.
Pensar una ciudad para todos y todas
“El diseño universal es la puerta grande para tener una ciudad amigable, porque debemos pensar que en este concepto de hacer una ciudad sólo para nosotros, para las personas con movilidad reducida, se comete un grave error porque el tránsito en la vida nos va a llevar en algún momento a tener que darnos cuenta que esa obra que fue hecha para la accesibilidad universal hoy en día yo la puedo disfrutar no teniendo ningún tipo de discapacidad sino el avance que los años hacen en mi movilidad y no por enfermedad”, sostuvo Susana.
Y finalizó: “Hoy no me cuesta subir a un transporte público porque éste entra en los valores de la accesibilidad universal. Después en la ciudad, yo creo que estamos en un camino en el que nos falta muchísimo. Si bien el diseño universal pasa por una parte profesional, pasa inexorablemente por la decisión política. Yo soy muy optimista en eso y los jóvenes se van dando cuenta de que la vida se puede mejorar si todos estamos en el mismo círculo. No se trata de hacer las cosas para un sector, sino hacerla para todos y para todas”.
Entrevista: Juan Alaimes