Redacción Canal Abierto | Luego de 22 años de quiebra, intervención judicial y una lucha sostenida de socios, hinchas y vecinos del barrio Agronomía por devolver a Comunicaciones a los mejores años de su historia, un fallo del juez Fernando D’Alessandro podría volver a hundir a la institución al obligarla a pagar una deuda millonaria con un dólar contemplado al valor de cuando el propio club quiso saldarla: ¡37 pesos! Además, les dieron cinco días para apelar pero la conducción formal del club quedará constituida recién a fin de mes.
En julio de este año el propio D’Alessandro, del juzgado N°7 del fuero Nacional Comercial, levantó la quiebra que había sido declarada en el año 2000 y autorizó la conformación de una Comisión Directiva que será definida en elecciones programadas para el próximo 30 de octubre, en la que podrán votar más de 5.000 mil socios. Sin embargo, el magistrado ahora pretende liquidar una deuda mediante un fallo cuya apelación es impedida por la Cámara, argumentando que el Comité Asesor Honorario, integrado por socios, no representa a la conducción del club.
La decisión judicial también fijó honorarios por 215 millones de pesos para los integrantes del Órgano Fiduciario, que sí podría apelar la medida en tanto es el que conduce administrativamente al club intervenido por la Justicia mientras dure la quiebra, pero, se da por descontado, no va a hacerlo para poder percibir sus propios cobros.
Para saldar la deuda por la que había quebrado, el club vendió hace cinco años una parte de su predio a la Ciudad de Buenos Aires gracias a la cual se pudo construir el túnel Gustavo Cerati por la avenida Beiro.
Con los fondos obtenidos por esa operación y un proyecto de saneamiento económico presentado, se podría haber avanzado con el pago. Pero el magistrado demoró la ejecución y ahora busca activarla al valor del dólar oficial de ese momento.
“El club quebró en el 2000 y desde entonces estamos bajo la Ley de Fideicomiso de Entidades Deportivas, y un Órgano Fiduciario designado por el juez maneja el club”, explica a Canal Abierto Rodrigo Veiga, socio e integrante del Comité Asesor.
“Al juez nunca le interesó demasiado sanear el pasivo, sino que lo que quería inicialmente era vender el club, que lo comprara un privado. En los últimos 10 años el club empezó a levantar, levantó muchísimo y tuvimos la posibilidad de ceder una hectárea al gobierno de la Ciudad y esa plata excedía incluso lo que nosotros teníamos que pagar”, continúa describiendo.
“Nuestros hijos y nuestros nietos van a tener una hectárea menos, pero era eso o que se lo quede Moyano”, señala.
“En el momento que dispusimos de los fondos se presentó el Proyecto de Distribución, un requisito administrativo para poder levantar la quiebra, pero el juez no tomó la resolución sino que lo cajoneó. Durante estos cinco años metimos mucha presión preguntando por qué no se levantaba la quiebra si los fondos y el Proyecto estaban”, agrega.
“Nos encontramos ante la trampa jurídica –prosigue- de que hoy los únicos que podrían apelar son los miembros del Órgano Fiduciario, pero a ellos les regularon honorarios por 215 millones de pesos, con lo cual ni en pedo van a apelar, entonces los socios somos rehenes de una telaraña judicial que nos deja totalmente desarmados sin el derecho constitucional a legítima defensa”.
“Hoy por hoy los socios de Comunicaciones estamos desamparados y no nos podemos defender, no estamos pidiendo ni que el juez vuelva para atrás o resuelva otra cosa, solo pedimos defendernos”.
En ese marco, la familia cartera ya prepara una presentación ante una fiscalía, intenta la mediación de la Secretaría de Deportes y busca gestiones en la AFA. Hoy realizan una reunión abierta en el club para contarle detalles de la situación a su gente.
“Con las poquitas armas que tenemos, que fundamentalmente son tener a la opinión pública y a los medios a favor en esta injusticia, estamos haciendo todo lo que podemos, no es la primera vez que nos pasa, ya lo hemos hecho en otros momentos y seguiremos luchando, la historia del club es una historia de lucha y allá vamos de vuelta”, agrega el dirigente.
La vida social del club alberga a una gran comunidad que incluye familias de Agronomía y Villa del Parque, Villa Pueyrredon y Urquiza, entre otros. Habitualmente Comu realiza campañas solidarias para gente en situación de calle y tuvo una importante actuación durante la pandemia.
No se vende, ni se compra
10 años después de la quiebra, en 2010, la Mutual de Camioneros presentó un proyecto para hacerse del predio de 19 hectáreas que fue aceptado en primera instancia. El juez era el mismo que el de ahora. Este intento de arrebatarle el club a sus verdaderos dueños por parte del gobierno de Mauricio Macri y Hugo Moyano, fue apelado y finalmente revocado por la Justicia.
“Después de 22 años de quiebra iban a querer exprimir al máximo la caja del club, lo que con tanto esfuerzo se logró, y sabíamos que la salida de la Justicia del club iba a ser así, esperábamos esta resolución, no esperábamos nada de este juez. Lo que no esperábamos era no tener la posibilidad de defendernos”, dice Veiga.
“Se hizo una muy buena gestión, el club está muy lindo y yo creo que si sacamos esto adelante viene lo mejor, porque en 15 días jugamos una semifinal para ascender al Nacional B, en 22 días tenemos elecciones, está todo dado como para que octubre sea el mes de Comunicaciones”, alienta el representante del club, y sintetiza: “No debería haber clubes que no estén administrados por sus socios, los clubes siempre son de los socios, estas cosas pasan cuando los socios no administran su club, fíjate que los que son Sociedades Anónimas o están judicializados en general tiene problemas porque quienes los conducen no tienen amor por el club, están trabajando y para nosotros el club no es un trabajo, es una pasión. Yo no sería capaz de llevarme un solo peso del club, pero parece que no todos piensa igual y contra eso luchamos”.
En 2008 D’Alessandro rechazó la propuesta de cancelación de deuda de un grupo de más de mil socios, que luego crearon la Asociación Civil Todos por Comu.
En 2012, cuando el juez intentó venderle el club al sindicato de Camioneros, también estaban interesados el empresario de medios Daniel Hadad y la legislatura porteña de la Ciudad de Buenos Aires. El barrio y las tribunas se hicieron fuertes y lograron frenar el despojo.
Fue el 13 de julio de ese año que un grupo de socios, hinchas y familias ocuparon el club para evitar la entrega y así lograron ser recibidos por los jueces de la Cámara, que vieron con buenos ojos la propuesta social de recuperación, removieron a los integrantes del Órgano Fiduciario de ese momento, rechazaron la venta y crearon el Comité Asesor de Socios.
El sindicato, el barrio y la lucha
Comunicaciones fue fundado en 1931 por empleados de la Compañía de Correos y Telégrafos. Inicialmente funcionaba donde hoy se emplaza el CENARD, en Núñez, hasta que en 1953 el gobierno del presidente Juan Perón cedió los terrenos del barrio Agronomía a los trabajadores del Correo.
En 1960, Comunicaciones se afilió a la AFA y comenzó a participar en los torneos oficiales.
Durante esa década el club vivió una de sus etapas gloriosas, siendo sede de los híper populares Carnavales de Radio Mitre que atraían gente de todo Buenos Aires con el reconocido conductor Mochín Marafioti como musicalizador y presentador. Allí tocaron, por ejemplo, artistas consagrados como Sandro y la orquesta de Juan D’Arienzo.
En su juventud, el notable escritor Osvaldo Bayer fue guardavidas de las piletas, uno de los natatorios más concurridos de la ciudad a mediados del siglo pasado.
Comunicaciones llegó a tener por esos años 60.000 socios, record para la época.
La crisis comenzó con el desfinanciamiento que provocó la privatización del Correo Argentino, urdida en los infames años 90 por el presidente Carlos Menem y el Grupo Macri.
Cuando se decretó la quiebra, Comu tenía apenas 900 socios.
Comunicaciones tuvo un instituto de nivel inicial, primario y secundario hasta fines de 2002, cuando un tribunal consideró que el establecimiento educativo era deficitario y ordenó su cierre. Los docentes y trabajadores decidieron formar una cooperativa y seguir con las actividades, de forma independiente del club.
Tras el conflicto de 2012, la institución comenzó una etapa de crecimiento con incorporación masiva de socios, obras, nuevos espacios, actividades y disciplinas.
En 2022 el equipo mayor de fútbol femenino compitió en la primera categoría nacional. En agosto, Ezequiel Palaversic, boxeador de la cantera cartera, se consagró Campeón Mundial Juvenil de Boxeo de la WBC.
Este año Comunicaciones ganó el torneo Apertura de la Primera B Metropolitana, y se encamina a disputar las semifinales del Reducido de la categoría por un ascenso al Nacional.
Una nueva quiebra podría interrumpir el camino de desarrollo que Comunicaciones y su gente han sabido forjar durante estos años a fuerza de duras batallas contra enemigos poderosos.