Canal Abierto Radio | Cristina Fernández de Kirchner refirió en su discurso del pasado viernes en Pilar a la necesidad de elevar el piso de los salarios formales para que haya una base más favorable a la hora de negociar paritarias que tensionen menos los precios. “Una suma fija no va en contra de las paritarias”, aseguró. Pero, ¿cuál sería implicancia real de una suma fija para los y las trabajadoras?
“Presenta un problema porque sólo se está mirando una dimensión que es salario nominal, la cantidad de billetes que los y las trabajadoras tenemos en el bolsillo, pero lo que nos interesa no es cuánto sino lo que podemos hacer con esos billetes”, sostuvo Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, en diálogo con Canal Abierto Radio, señalando que “si nos dan el aumento de una suma fija pero al mes siguiente se diluye por la inflación volvemos al punto cero. Es un problema serio que no se está discutiendo”.
“En un contexto donde la inflación está muy instalada con niveles de 6 ó 7%, una suma fija tiene un efecto de muy corto plazo”, sostuvo recordando la política salarial que implementó Alberto Fernández al asumir la presidencia con sumas fijas en cada mes que “rápidamente fueron absorbidas por las paritarias y en mayo ya estábamos en los mismos niveles que en enero de 2020”.
“Estamos con un problema nominal muy serio” y “estamos en una discusión a la que se le pone mucha energía pero en término de los efectos concretos que podría tener sobre la situación salarial de los y las trabajadoras -que es durísima porque efectivamente estamos con salarios muy deteriorados en términos históricos- está muy lejos de tenerlos efectos dada la magnitud de la discusión pública que está teniendo” cuando “se trataría de una suma fija que en el mejor de los casos llegaría a una parte minoritaria de la fuerza laboral total de nuestro país”.
Frente a esto, Campos aseguró que “se trata más de un conflicto político interno que tiene el Frente de Todos que de una medida de política salarial que podría tener efectos sustanciales en términos de la situación de ingresos de la clase trabajadora” porque “la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, dijo que no era un tema de agenda para el Gobierno y a los días la Vicepresidenta lo reclamó”.
Con respecto al pedido de CFK a los sindicatos para que “vuelvan a luchar por mejoras en los salarios en relación a la productividad”, expresó: “En una macroeconomía funcionando de manera ‘normal’ sería lógico discutir inflación más participación en los incrementos de productividad; pero efectivamente lo que está pasando en estos últimos años es que las empresas se apropian de todas las ganancias de productividad que se están dando en la economía y esto lo vemos claramente en los datos del INDEC sobre la distribución del ingreso”.
Pero en una “macroeconomía con una inflación del 100%, lo que los sindicatos y trabajadores terminamos haciendo es correr detrás de la inflación y negociar salarios cada vez más rápido con revisiones paritarias cada dos o tres meses”, manifestó y destacó que “una de las consecuencias es que no tenemos referencia del valor de nuestro salario, no sabemos cuánto cobramos. Peor aún, no sabemos que podremos hacer con eso, lo que genera angustia e inestabilidad”.